Uno de los estrenos de este fin de semana que más me llamaba la atención era Operación Overlord, una película escrita por Billy Ray y Mark L. Smith que cuenta con el australiano Julius Avery como su director, además de J.J. Abrams como productor. Las razones por las cuales quería ver este filme son muy simples; en primer lugar, la película anterior de este mismo director (Son of a Gun), me parece muy interesante y en segundo lugar, su trama me recuerda muchísimo a cualquier entrega de la saga de videojuegos llamada Wolfenstein. Para aquellos que se pregunten a qué me refiero con esta comparación, la trama de Wolfenstein se centra en una situación ficticia donde los nazis ganaron la Segunda Guerra Mundial y realizan una serie de experimentos con aquellos a los que derrotaron. Todo esto con la finalidad de mejorar su “raza” y el conflicto para ellos viene en la forma de un marine que deberá hacerles frente y salvar al mundo en el proceso.

Operación Overlord nos cuenta una historia muy similar donde un grupo de soldados deberá infiltrarse en territorio francés (bajo el control de los nazis), donde su objetivo es destruir una torre de comunicaciones nazi, para que las fuerzas aliadas puedan contar son soporte aéreo durante el famoso Día D. Hasta aquí todo parece ser otra típica película de guerra intentando contarnos la misma historia de siempre, pero conforme avanza el metraje, el equipo en cuestión notará que algo no es del todo normal con esta base ya que descubrirán una serie de experimentos que se han estado llevando acabo con algunos de los aldeanos del pueblo más cercano. Es entonces que deberán decidir si solo llevar a cabo su misión, o sabotear los experimentos tan bizarros que los nazis están desarrollando.

La película claramente es un homenaje al cine de Serie B, el cual se caracteriza por su capacidad de contar historias inverosímiles con un gran ingenio para implementar su bajo presupuesto dentro de la historia que nos están contando. Pero también, por no tomarse en serio y mofarse de las producciones de corte más artístico y comercial. Y esta es precisamente la gran fortaleza de Operación Overlord, a pesar de que sus valores de producción son mucho más elevados que cualquier película Serie B promedio. Esto no resulta una sorpresa debido a la presencia de J.J. Abrams como productor, quien seguramente dió muchos consejos a este joven y ambicioso director para obtener el mejor resultado posible.

A pesar de lo básica y predecible que es su trama, la ventaja es que la cinta no pretende ser más de lo que es y nos ofrece un alto nivel de entretenimiento. Lleno de grandes dosis de acción, sangre y momentos llenos de suspenso. Es cierto que los villanos de la historia y hasta sus protagonistas son una serie de clichés, pero son utilizados de forma que funcionan para la trama que se nos pretende contar. A ésto hay que sumar la grandiosa secuencia inicial, además de la muy buena banda sonora a cargo de Jed Kurzel.

El gran “pero” es lo que ya les mencioné, tanto la historia como los personajes son muy básicos. No aportan nada nuevo ni al género, ni a este tipo de cine pero no es eso lo que buscan. La realidad es que si quieres pasar un rato muy agradable y no estás de humor para ver algo mucho más demandante a nivel intelectual o emocional, Operación Overlord es una excelente opción para perderte en la magia del séptimo arte, ya que a veces olvidamos que aún con historias tan planas, si están bien hechas, son más que suficientes para que salgamos con una sonrisa de las salas de cine.

Crítica de 'Operación Overlord'
Positivo
  • El tono de la película
  • Las escenas de acción
  • Es sumamente entretenida
Negativo
  • La trama es básica y predecible
  • Los villanos son muy más planos
  • Los protagonistas tampoco destacan mucho
6.5Nota Final
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