A lo largo de los años, el Super Bowl se ha caracterizado por ser un evento deportivo en el que muchos cinéfilos podemos apreciar un primer vistazo a algunas de las producciones más grandes y potencialmente interesantes de Hollywood. Este 2024 no fue la excepción y una de las sorpresas más inesperadas fue que Paramount Pictures liberara un pequeño spot de 30 segundos sobre The Cloverfield Paradox, la tercera cinta que formará parte del universo Cloverfield, siguiendo los pasos de las primeras dos cintas estrenadas hace algunos años. La sorpresa fue aún mayor cuando se hizo saber que la película estaría disponible en su totalidad a través de la plataforma de streaming Netflix, justo al finalizar dicho evento deportivo, por lo que el morbo por ver esta película lo antes posible fue la prioridad de muchos, sin importar si sean fans o no de éste universo.
Lo poco que se sabía sobre The Cloverfield Paradox es que originalmente se titulaba God’s Particle y era una historia de ciencia ficción sobre una estación espacial. Poco después se hizo saber que dicha historia fue modificada parcialmente para poder formar parte del universo cinematográfico de Cloverfield (similar a lo que hicieron con 10 Cloverfield Lane), donde su función sería fungir como una especie de precuela/secuela para el filme del 2008. Esta película es dirigida por Julius Onah, contando con un guión escrito por Oren Uziel y Doug Jung. Aquí se nos introduce a un futuro no muy lejano en donde la falta de fuentes de energía se ha vuelto un problema en nuestro planeta, por lo que la humanidad ha desarrollado una estación espacial llamada Cloverfield, la cual cuenta con un acelerador de partículas, por lo cual tiene la capacidad de generar una fuente inagotable de energía para la Tierra. El problema recae en que también existe la posibilidad de que al utilizar dicho acelerador, se puedan crear portales en el tiempo y espacio, además de afectar de forma directa a las distintas dimensiones del multiverso al cual formamos parte y justo eso es lo que ocurre.
El problema de la cinta recae en que, a pesar de contar con una premisa más que interesante, es una historia llena de clichés, huecos narrativos y personajes mal desarrollados donde se hace muy evidente la forma en que se trató de incrustar a éste proyecto dentro del universo Cloverfield, pues se siente como algo meramente artificial y con la finalidad de impulsar a un proyecto que probablemente habría pasado desapercibido para todos si no se hubiera tomado tal decisión. La dirección de Julius Onah deja mucho que desear pues a pesar de contar con un elenco que cualquier otra película envidiaría aquí es totalmente desperdiciado, en donde se raya en la comedia cuando uno de sus tripulantes pierde un brazo, en vez de causar un gran impacto en la audiencia. Otro factor que deteriora la calidad del filme es el montaje, pues todo se siente muy apresurado y apenas llegamos a conocer a los protagonistas de esta historia, lo cual da como resultado que no conectemos con ninguno de ellos y no nos importe realmente lo que pueda ocurrir con ellos.
Resulta ser una verdadera lástima que un proyecto que prometía tanto (al menos en papel), haya resultado ser un completo fiasco y que en vez de beneficiar al universo del que pretende formar parte, le perjudique gravemente. La culpa de dicha decisión recae en los ejecutivos de Paramount y en J.J. Abrams pues es el productor principal de esta franquicia; además de que no veo razón alguna por la que esta cinta debería formar parte de las dos cintas que le preceden, ni en calidad, ni narrativamente hablando.
- El humor involuntario de la trama
- Los conceptos de viajes en el tiempo y dimensiones alternas
- El sistema utilizado para su estreno mundial
- Trama llena de clichés y huecos
- Algunos efectos visuales se sienten falsos
- La inclusión al universo Cloverfield se siente forzada