Es muy fácil tachar de malinchista a alguien que no le gusta el cine mexicano, hay mucho cinéfilos que no se tientan el corazón a la hora de decir que solo uno ve producciones hollywoodenses y que eres un amante del cine blockbuster. Pero la realidad es que por mucho que uno quiera disfrutar de cine mexicano, a las salas de cine difícilmente llegan las buenas películas y las muy malas que llegan terminan por hacer que uno no confié en gastar en verla.

En los últimos años la cinematografía mexicana a crecido de manera sostenida hasta llegar en el 2015 a 140 películas de producción mexicana, lo cual marca un hito en la industria al ser el año con mas películas nacionales estrenadas; lamentablemente el número de espectadores para estas películas fue menos que el de otros años.

Según comentó José Woldenberg Karakowsky, en el marco de la 31 edición del Festival Internacional de Guadalajara, que la cultura representa el 2.8 por ciento del PIB nacional y que en el 2015 la industria género dos mil 630 puestos de trabajo y pago 274 millones de pesos de inversión, entre otros datos. Los verdaderamente importantes es que el año pasado se realizaron 53 operas primas, 54 segundas o terceras películas y 37 de directotes con una carrera de cuatro o más películas y sólo 17.5 millones de personas fueron a ver cine mexicano, ¿mucho? esta cifra representa el 6.1 por ciento del total de espectadores que tuvo el cine mexicano el año pasado, algo así como un total de 17.5 millones de personas.

Es para muchos preocupante estas cifras, pero también, si para competirle a un cine extranjero siguen lanzando películas poco atractivas para el público y que sobre todo las grandes cadenas cinematográficas no ayudan a promover, es seguro que la gente seguirá perdiendole la fe al cine mexicano.