Justo cuando el cine de espías pasaba por una especie de crisis creativa, este género se vio revitalizado por la introducción al cine de Jason Bourne en The Bourne Identity, filme que nos presentó un personaje que se sentía real y humano, algo que no se había visto en mucho tiempo, lo cual no solo le brindó una enorme aceptación por parte de la crítica y el público, sino que obtuvo el éxito necesario para producir dos secuelas, The Bourne Supremacy y The Bourne Ultimatum. Estas secuelas no sólo ampliaron la historia de un personaje sumamente interesante, sino también superaron en todo sentido a la primera cinta sobre este famoso espía, esto gracias a la calidad de su historia.
Desafortunadamente se quiso ampliar el universo fílmico de este espía al tratar de forzar incluir a un nuevo personaje en la fallida cinta The Bourne Legacy, la cual casi sepultó a la franquicia, pero afortunadamente no fue así.
En el transcurso del año pasado se dio a conocer que Paul Greengrass deseaba dirigir otra cinta sobre Jason Bourne, siempre y cuando Matt Damon estuviera dispuesto a encarnar a este h ok re una vez más, y para goce de los fans de la trilogía original, el interés se hizo presente, lo cual garantizó una nueva cinta, la cual se titula Jason Bourne.
En esta nueva entrega, Bourne se verá obligado a salir de las sombras después de una serie de eventos que lo llevarán a ponerse en contacto con una de sus aliadas más antiguas, acto que levantara alarmas en el gobierna norteamericano.