Review de “Ghostbusters”

En 1984, Ivan Reitman, se unió con Harold Ramis y Dan Aykroyd para realizar un proyecto que a la larga se convertiría en una de las cintas de culto más grandes de los años 80’s, Ghostbusters, la cual contó con un elenco de primera para la época: Bill Murray, Dan Aykroyd, Sigourney Weaver, Ernie Hudson y muchos más. La cinta tuvo tal éxito que para 1989 se lanzó una segunda parte que si bien no estuvo a la altura de su antecesora, continuó con las aventuras de este extraño grupo investigadores de lo paranormal alcanzando un mediano éxito. Después de estos dos filmes, se habló muchas veces de una posible tercera parte que cerrara el círculo, e incluso se mencionó una nueva generación, se hablo incluso de un guión ya hecho en el que el Dr. Peter Venkman era un fantasma y ayudaba a reunir al equipo, todos estos supuestos se escuchaban y parecían increíbles.

Pero no sería hasta el año 2013 cuando los planes de una nueva película empezaron a tomar más solidez y si contamos que esta es la era de los reboots y remakes, a Columbia Pictures se le ocurrió que era una gran idea hacer una especie de actualización; un reboot pero esta vez protagonizado por mujeres y el encargado de llevar a la pantalla esta osada idea fue Paul Feig, famoso director de series de comedias  y que tiene en su haber varias cintas cómicas, siendo Bridemaids la mejor considerada. Para la titánica encomienda de adaptar a nuestros tiempos una historia como la de Ghostbusters, Paul Feig reunió a un grupo de comediantes femeninos que son consideradas como lo mejor de la época, encabezados por Kristen Wiig y Melissa McCarthy, además de Kate McKinnon, Leslie Jones y Chris Hemsworth.

La película tiene una trama similar a la película original, las doctoras Erin Gilbert, Abby Yates, Jillian Holtzman y Patty Tolan, se unirán para crear un equipo de investigación paranormal y atrapar un fantasma para limpiar su manchada reputación de charlatanas,  en donde pronto descubrirán una conexión con cada ataque sobrenatural que las llevará a intentar salvar la ciudad de Manhattan.

Ghostbusters lamentablemente es una serie de malas decisiones en casi todos los sentidos, un guión que quiere hacer homenaje pero sin ser tan pulido como el original y mucho menos gracioso, forzando muchos de los chistes en las interpretaciones exageradas de las actrices en vez de que las situaciones sean cómicas por si mismas. Hablando de las actuaciones son de muy bajo nivel, como viene siendo costumbre en las cintas de Paul Feig, los personajes son muy exagerados al grado que dan más pena ajena que gracia y no se diga el personaje de Chris Hemsworth que es un completo idiota y solo funge como el Candy eye para el público femenino. El villano es de muy mala calidad, nunca representa un peligro, solo es un personaje cliché que detona algo más grande que no conoce y su motivación  es muy simple sin tener mucho fundamento, no se diga su casual aprendizaje de física  para poder dominar todo lo que hace.

El único aspecto a resaltar son los efectos visuales muy bien logrados en donde el 3D posee una calidad sorprendente, pocas películas hacen uso de esta opción visual de una manera tan bien lograda, este hecho produce cierta frustración con respecto a lo bien que pudieron combinar una buena historia con los avances tecnológicos para crear una increíble cinta que además de respetar el material original, hubiera podido arriesgar un poco y presentar algo verdaderamente memorable.

Los cameos son muy malos e incluso a un fan le parecerán insultos a los personajes originales excepto el que se le hace al difunto Harold Ramis.

Ghostbusters fue una pésima inversión y se convierte en sin duda la peor decepción del verano, una lástima ya que el regreso de la franquicia prometía muchísimo y ahora seguramente no quedara más que enterrarla por muchos años más. Si llegaras a aventurarte a ver esta decepcionante película, te recomiendo que lo hagas en 3D.