A lo largo de la historia del cine siempre han existido (y existirán) películas que retratan posibles futuros post-apocalípticos, filmes que van desde grandes producciones como Soy Leyenda, Mad Max: Fury Road, The Matrix; hasta películas con un corte mucho más independiente y personal, tales como The Road, 28 Days Later o Snowpiercer, por mencionar algunas. Dentro de este tipo de filmes entra Z for Zachariah, una cinta basada en la novela homónima que fue escrita por Robert C. O’Brien, bajo la dirección de Craig Zobel, contando con Margot Robbie, Chiwetel Ejiofor y Chris Pine como sus únicos protagonistas.
Nuevamente se nos introduce a un futuro que no pinta nada bien para la vida en general en nuestro planeta, donde una guerra nuclear ha devastado prácticamente toda la superficie de nuestro mundo, donde de forma inesperada, un valle “abandonado” rebosa de vida al lograr permanecer intacto ante la catástrofe mundial. En este valle vive Ann (Robbie), una solitaria mujer que tiene como única compañía a un fiel perro después de que toda su familia salió en busca de más sobrevivientes, solo para jamás regresar. Entre la cotidianidad de la vida de Ann, llega a conocer a dos personas, Loomis (Ejiofor) y Caleb (Pine), dos hombres completamente distintos, pero que comparten sentimientos y atracción hacia Ann. De esta forma se crea un triángulo amoroso que aleja a esta cinta de la típica trama de un futuro devastador para la raza humana, acercándose mucho más a un retrato intimista —y minimalista— sobre las fricciones, celos y sentimientos entre estos personajes moralmente ambiguos. Esto crea una enorme tensión que es retratada de forma muy efectiva gracias a la dirección de Craig Zobel, quien demuestra su buen manejo de actores al lograr mostrar una amplia gama de matices dramáticas en cada uno de ellos, especialmente con Margot Robbie, quien despojada completamente del maquillaje y glamour con el que siempre se le presenta en otro tipo de filmes, nos muestra una vez más el gran talento que posee cuando se le da una oportunidad. Y qué decir de Chiwetel Ejiofor, quien con una actuación muy contenida, logra evocar grandes momentos sentimentales con tan solo una mirada; se podría decir que el único actor que está desaprovechado es Chris Pine, pues a pesar de contar con un papel bastante interesante, palidece en cuestión de lo que ofrece como contenido más allá de una rivalidad por el amor de una mujer. Esto probablemente sea debido a que su personaje jamás existió en la historia original y fue creado exclusivamente para esta película.
Lo verdaderamente fascinante de Z for Zachariah es la sutileza con la que se nos muestra a ese demonio interno que todos tenemos dentro, y que bajo circunstancias extremas que están fuera de nuestro control, puede emerger como una bestia que puede destruir todo a su paso. Como dije anteriormente, la ambigüedad moral de los personajes va in crescendo conforme la cinta avanza hacia su recta final, donde no se sabe quién es un peligro para quién. Todo esto de forma contenida y muy minimalista sin la necesidad de caer en lo burdo y explícito de este tipo de filmes, ya que sabemos que la violencia se encuentra dentro de cada una de estas personas, pero jamás sale a relucir en la forma en la que se nos ha acostumbrado, creando una serie de interrogantes en el espectador.
Si bien Z for Zachariah dista mucho de ser una película perfecta o de contar con una trama que la pudiera convertir en un clásico del género, tiene los suficientes méritos para darle una oportunidad. Ya sea la bella puesta en escena para un filme sobre un futuro post-apocalíptico, el cautivador score de Heather McIntosh, o las buenas actuaciones de su reparto. Factores que terminan teniendo más peso que y que son razones más que suficientes para adentrarnos a este mundo vacío, donde lo que más importa, son los sentimientos y empatía de uno hacia otro ser humano.
- Margot Robbie
- El score de Heather McIntosh
- La sutileza con la que se tocan ciertos temas
- Chris Pine se siente desaprovechado
- La trama no te termina por atrapar del todo