La última película mexicana en competencia que tuvimos oportunidad de ver en el Festival Internacional de Cine de Morelia fue Ayer Maravilla Fuí, cinta escrita y dirigida por Gabriel Mariño (Un Mundo Secreto, 20) y de la cual les comentamos en ésta nota el año pasado. El filme narra las visicitudes de un “ente” que tiene una característica muy particular, cada cierto tiempo cambia de cuerpo. Un día puede despertar siendo un hombre viejo, otro día puede ser una mujer o incluso un hombre joven; siempre está en constante cambio sin tener ninguna clase de control sobre el mismo. Esta característica le ha llevado a experimentar una vida monótona, con la cual le es imposible relacionarse de forma normal con cualquier persona, algo que le causa frustración ya que existe una mujer llamada Luisa de la que se ha enamorado, pues es la única que de alguna forma ha notado su existencia, de entre un mar de personas que habitan la caótica Ciudad de México. Por esta razón tratará de manifestarle su amor a través de diversos rostros, con la esperanza de algún día poder estar a su lado.

Como podrán notar, esta es una historia muy arriesgada y poco convencional dentro de lo que acostumbramos ver dentro del cine mexicano, ya que cuenta con tintes de índole fantástico pero sin dejar de lado la realidad en la que habitamos. Este es precisamente uno de sus grandes méritos y la razón principal por la que deberían de darse una oportunidad de verla. Es cierto que el ritmo lento, la fotografía en blanco y negro, además de la ausencia de un guión tradicional (solamente utilizaron una historia corta como guía para el desarrollo de la misma) son factores que pueden ahuyentar a muchos, pero eso no le demerita los muchos logros que tiene.

El director Gabriel Mariño logra transmitir el sentimiento de hastío y soledad en la que viven los protagonistas, personajes que viven entre las sombras de esta vorágine de ciudad. Vemos sus miradas frías, enfocadas en los vacíos existenciales que existen dentro suyo, donde se nota la ausencia de amor en sus vidas. Es este deseo el que mueve al ente amorfo quien a pesar de su condición, se empeña en establecer contacto con Luisa para así sentirse cerca de ella y a su vez, hacerle saber que ya la conoce, que ya han compartido momentos y recuerdos juntos.

Resulta muy interesante que la historia de esta producción cuestione el concepto que tenemos de amor, pues ¿en realidad nos enamoramos de la esencia de una persona o solo de su físico? Si el “amor de nuestras vidas” cambiáse de sexo, de cuerpo, de belleza ¿los seguiríamos queriendo? ¿seguiríamos sintiendo la misma conexión sexual o emocional hacia ellos? Probablemente no, probablemente sí. Y que un filme como Ayer Maravilla Fuí logre provocar una reacción tan profunda en nuestros ideales sentimentales, nos indica que estamos ante una buena película.

FICM XV: Crítica de 'Ayer Maravilla Fuí'
Positivo
  • La fotografía
  • El concepto del amor utilizado para crear la trama
Negativo
  • Puede aburrir debido a su ritmo lento
  • Se nota ausencia de un guion tradicional
8Nota Final
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