El cine mexicano continua creciendo y haciendose cada vez más de un lugar en las salas mexicanas, aunque esto no significa que sean producciones que verdaderamente aporten algo nuevo a nuestra cinematografía nacional. La Boda de Valentina es otra comedía romántica mexicana, de esas que llenan salas, inexplicablemente; con un elenco conformado por Mariana Vega en el Estelar como Valentina y comparte créditos con Omar Chasparro, Kate Vernon, Ryan Carnes, Sabine Moussier, Tony Dalton, Jesús Zavala, entre otros.

La boda de Valentina, se centra en una muy feliz Valentina, viviendo en el extranjero, muy lejos de su familia disfuncional, la cual viene de una larga tradición política en México. La protagonista pronto es sorprendida por su novio Jason, con una propuesta de matrimonio, pero toda esta felicidad se vera interrumpida por la solicitud de su padre, Demetrio, quien le pide vuelva a México, para poder llevar a cabo unos trámites previo a la candidatura a Jefe de Gobierno de la ciudad de México. Pero las cosas no serán tan sencillas, por que al parecer parte del trámite es estar casada con Ángel, su ex novio y viejo amigo de la familia.

Marco Polo Constandse dirige su segunda película, después de Cásese quien pueda, en esta ocasión con un guión de Beto Gómez, a quien le debemos guiones como el de Puños Rosas, Salvando al soldado Pérez y Me gustas pero me asustas, por lo que podrán imaginarse ante que situación estamos, lamentablemente ante una historia predecible y que hace uso de recursos ya muy gastados como el cliché de mostrar una familia acaudalada mexicana, la difícil adaptación que sufren los extranjeros en nuestro país, pasando por el clásico enfrentamiento a ver quien toma más,  la exposición pícara de los políticos en nuestro país, entre otros temas recurrentes de otras producciones. Todo esto para enmarcar un pobre historia de amor, que desde los primeros 15 minutos te da señales de como terminará todo y nunca se atreve a ser original. Existen un par de momentos que son hilarantes y que se agradece no hayan sido exageradas con las actuaciones de los histriones.

En cuanto al trabajo actoral debo resaltar también que es la primera vez que Omar Chaparro actúa o al menos lo intenta, sin caer en la exageración a las que nos tiene ya acostumbrados, regalándonos un personaje sin sabor, sin chiste pero que tampoco cae mal. En el caso de los demás personajes, las actuaciones son muy pobres, exageradas y que como siempre buscan sacarle una risa al noble espectador. Mariana Vega en el papel de Valeria, debatiéndose en un triangulo amoroso con Jasón y Ángel, resulta falsa y acartonada y lo peor que le pudo pasar a Jesús Zavala es haber salido en Club de Cuervos, ya que alguien le metió la idea de que es un buen actor de comedia, pero por su aspecto, no funciona como el Javi Noble de la familia Hidalgo. En el caso de Kate Vernon y Ryan Carnes, hacen su papel de Norteamericanos fuera de su área de confort y resultan siendo ellos, lo único gracioso del largometraje.

Un punto a favor es que si bien no tiene un lenguaje altisonante tan fuerte, si hace uso de “palabrotas” en algunos momentos innecesarios, se agradece de cierta forma que ya empiecen a dejarse de lado los desnudos innecesarios y no es que no queramos ver a Mariana Vega, pero si no tiene una justificación, para que echarle más leña a la hoguera en la que se encuentra el cine comercial mexicano.

Sí, cuando acudí a ver esta cinta, la sala estaba llena, no me agradó, pero reconozco que este tipo de historias siguen siendo del gran agrado de los mexicanos. Por lo que si buscas solo sentarte y desconectar tu cerebro, La Boda de Valentina es para ti, pero sí requieres de una cine un poco más elaborado, esta no es una buena opción para ti.

Crítica de "La Boda de Valentina"
Lo Bueno
  • Omar Chaparro no es exagerado
  • un par de chistes
Lo Malo
  • Omar Chaparro
  • Dirección
  • Guión pobre
4.5Nota Final
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