Beatriz At Dinner es la nueva película de Miguel Arteta, conocido por The good Girl y Alexander and The terrible, horrible, no good, very bad day, esta producción desde un inicio podría verse como una típica cinta sobre discriminación contra los inmigrantes latinos, pero todo lo contrario, apenas y toca muy sutilmente el tema y decide tomar una vertiente muy diferente situación que se agradece. La protagonista de esta historia es Salma Hayek como Beatriz, acompañada de actores como John Lithgow, Connie Britton, Chloe Sevigny, etc.
La trama se centra en Beatriz, una inmigrante mexicana quien pasa sus días trabajando como terapeuta en un centro oncológico en Los Ángeles, California. Tras acudir a una cita de masaje con una clienta que conoce desde hace tiempo, su vehículo se avería por lo que invariablemente tendrá que quedarse en casa de su clienta por algunas horas, situación que no incomoda a Kathy, incluso termina siendo invitada a la importante Cena de negocios de sus esposo, el Sr. Grant y durante la cena, ciertos comentarios, aunados a la mala semana vivida por Beatriz, desencadenara una velada muy incomoda.
Beatriz at dinner, es una cinta que dista de ser una película que hable de la discriminación, algo que a primera vista se puede llegarse a pensar, es un alivio que el director no haya decidido irse por lo fácil y más bien esta producción aunque toda el tema de los inmigrantes ligeramente, su peso esta en como afectan las grandes corporaciones al medio ambiente, situación que toma relevancia de manera contextual dadas las declaraciones del Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien dijo no estar interesado en temas ambientales y si en pro de la industria. El problema de la película es que es tendenciosa y en vez de presentar un ejercicio de debate y confrontación ideológica , se convierte en una crónica de un muy mal día para la protagonista. En un punto de la historia el director pudo arriesgarse y darle un giro de tuerca a la trama, pero prefirió jugar fácil y darnos un final tan cliché que a los más puristas podría llegar a molestarles.
La actuación de Salma Hayek es una caricatura, tierna y noble, que incluso es incomoda por su forma de hacer las cosas, posiblemente el director quiso mostrar una mujer fuerte, independiente y fiel a sus principio, pero Salma nos entrego a un personaje con la cara de susto e incomodidad que se siente sobrepasado por la situación, caso contrario el de John Lithgow quien se vuelve un pedante y arrogante contraparte y que funciona bien en su papel. Los demás solamente son acartonados personajes en la trama, que no aportan nada y se ven caricaturizados a momentos, sobre todo el de as actrices, Connie Britton, Amy Landecker y Chlöe Sevigny.
Beatriz at dinner es una película olvidable, de esas que uno puede ver en la tele, soportarla por uno minutos y después continuar con su vida, es una lástima ya que pudo haber explotado el tema para que fuera mucho más poderosa.