Review de “El bebé de Bridget Jones”

Una de las comedias románticas más exitosas de la década pasada hizo su aparición hace 15 años; era apenas el año 2001 y llegaba a las pantallas de cine la adaptación cinematográfica de la popular novela de Helen Fielding, El diario de Bridget Jones. Su éxito fue tal que su protagonista, Renée Zellweger resultó nominada por primera ocasión a los premios Oscar como Mejor Actriz, e incluso también se adaptó la segunda parte de las novelas pero ya no mantuvo el mismo nivel de calidad, por lo cual no fue bien recibida por la crítica a nivel mundial.

Para sorpresa de muchos este curioso personaje inglés está de regreso con una tercera parte, contando con Renée nuevamente como la protagonista de El Bebé de Bridget Jones, cinta que a primera instancia genera muchas dudas debido al enorme lapso de seis años entre la segunda parte y esta nueva película, sumados a una gran serie de noticias amarillistas, tabloides debido a las cirugías faciales de esta actriz, que provocan cierto morbo por ver este “regreso”.

El bebé de Bridget Jones nos trae de regreso al carismático personaje inglés quien tras el rompimiento con Marc Darcy (Colin Firth), sigue soltera y ahora con más edad, decide enfocarse en su etapa profesional como productora de noticias. Sin embargo, un reencuentro con Mark hará que tenga un enredo con un enigmático americano, Jack (Patrick Dempsey), pero no evitará que suceda lo mismo con el Sr. Darcy. Esta situación hará que pierda el enfoque en su vida, porque se embaraza y no sabrá quién de los dos es el padre.

Esta película no solo representa el regreso de Renée y de los actores que han participado en las cintas anteriores (a excepción de Hugh Grant), también es el regreso de su directora original, Sharon McGuire, y la escritora de las novelas que también es autora de los guiones. Todo esto logra que se siga manteniendo la esencia de la primera película aunque las circunstancias sean distintas. Lo que cual se agradece porque sigue igual de fresca, simpática y agradable, algo que honestamente no se esperaba.

Lo que cabe destacar es la interpretación de Renée, que sí es un buen regreso, aunque sea ya un camino conocido y seguro para su carrera. Ella sigue demostrando los motivos por los que sigue logrando cautivar a muchas mujeres con la interpretación de su papel. Resulta muy agradable volver a ver a la mayoría del elenco original y seguir mostrando la interacción que existe entre cada uno de ellos, a pesar de la introducción de nuevos personajes; pero quien sobresale por encima del resto es Emma Thompson, quien ofrece algunas de las secuencias más memorables del filme, las cuales proporcionan gran frescura al argumento principal.

Lo que se puede encontrar en esta película es que la historia desde el inicio da a pensar que hasta cierto punto, es complaciente con su público, porque además de lograr hacerte reír nos muestra lo que queremos ver. Y es ahí que te hace cuestionar para qué tanta espera por esta secuela y si en verdad merece la pena. Esto debido a que el tiempo es algo muy preciado y aunque la historia tenga su encanto, no se puede evitar sentir que llega demasiado tarde, ya que se nota que un personaje de estas características ha tenido que ser re-diseñado para presentarlo a nuevas audiencias, lo que le hace entrar en un terreno un tanto peligroso debido a que a pesar del entretenimiento que ofrece en materia de comedia, la cinta cae en una lectura no tan favorecedora para la mujer actual en nuestra sociedad.

A pesar de todo esto, si eres fanático de la primera película, El bebé de Bridget Jones no te decepcionará, de lo contrario no recomendaría mucho ir a verla ya que si desde un inicio no fuiste fan de este personaje, es altamente probable que no gane nuevos adeptos con esta medianamente buena continuación.