Basada en la novela gráfica de Antony Johnston y Sam Hart “The Coldest City”, Atómica (Atomic Blonde) es una cinta de acción llena de clichés, coreografías impresionantes, luces de neón y música estridente de los 80, todo acompañado de una buena dosis de violencia gráfica y sexo lésbico. ¿Algo más?
En su debut como director en solitario David Leitch (Deadpool 2) nos presenta una cinta de espías y acción ambientada a finales de los ochentas en donde seguimos a Charlize Theron como Lorraine Broughton, una agente secreta que debe recuperar una lista con todos los nombre de los espías activos dentro de la Unión Soviética.
La cinta parte de una trama que hemos visto miles de veces, pero a diferencia de cintas como Skyfall o Protocolo Fantasma que elevan la magnitud del problema con consecuencias globales y con ayudas tecnológicas esta se va por un terreno más básico y primitivo con una influencia muy clara en clásicos modernos como John Wick (Chad Stahelski) o Drive (Nicolas Winding Refn) pero con ese feeling de una cinta de espía versus espía, ambientada en una Alemania a punto de tirar el infame muro de Berlín.
Sin embargo no llega al ritmo e intensidad que estas cintas precisamente tienen a su favor. Y aunque puede atribuirse a un error de novato, lo cierto es que Leitch no es novato alguno; el codirector de John Wick peca de ambicioso en una cinta que se hubiese visto beneficiada de una trama más simple. Y es que si bien el objetivo es claro, la cinta se enreda solita con giros y giros que solo rompen el ritmo y terminan por hacernos perder interés y en lo que nuestra protagonista piensa o planea hacer.
Charlize Theron está impresionante, la sudafricana cumple con todas las exigencias del papel, pero la falta de dirección durante los giros evita que nos conectemos por completo y es una lástima porque su personaje no termine por brillar. Destaca James McAvoy quien se ve que disfruto estar bajo la piel de David Percival, además son acompañados de un reparto de lujo con John Goodman, Eddie Marsan, Toby Jones y Bill Skarsgård. Mención aparte a Sofia Boutella (Kingsman, La Momia) por aportar una dinámica muy curiosa y picante a la cinta.
En general es una cinta en donde el estilo predomina sobre la sustancia, el guión es solo un pretexto para ir directo a una secuencia de acción tras otra, el problema es que esto se repite a tal grado que tenemos hasta cuatro finales dentro de la cinta, esto puede confundir al espectador y si no es paciente puede salirse sin antes terminar de verla.
Violenta, sexy y con un humor ácido es una cinta que muere por diferenciarse y en su afán de destacar termina por ser más de lo mismo. Divertida pero poco original.
- Charlize Theron
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- Trama reciclada
- El director trata de ser cool
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