Churchill es una especie de thriller que nos cuenta las 96 horas previas al histórico Día D a través de los zapatos del que probablemente ha sido el británico mas británico en toda la historia del Reino Unido, aquí interpretado con ferocidad por un furioso Brian Cox. Ésta cinta dirigida por un blando Jonathan Teplitzky (The Railway Man, 2013) la cinta abre de manera poderosa con un viejo Winston contemplando el mar, el cual se convierte en la sangre de los jóvenes soldados que han perdido la vida durante la guerra, pero justo después de esta hermosa secuencia la cinta comienza un camino cuesta abajo de la cual no vuelve a levantarse.
Teplitzky intenta retratar a un Churchill ansioso por detener la Operación Overlord por encontrarla muy similar una misión ordenada por el mismo en Galípoli durante la primera guerra mundial, sin embargo termina por presentarlo como un alcohólico depresivo que es tratado como un viejo senil por sus colaboradores en escenarios repetitivos. Así que mientras el general Eisenhower (un más que correcto John Slattery) y el vizconde Montgomery —interpretado por un desganado Julian Wadham— ultiman los detalles de la operación, Churchill intenta detenerlos una y otra y otra vez.
No entraré en detalles aunque sobra decir que no lo logra ¿Verdad? El problema es que es vuelve repetitiva a tal grado que hasta la secretaria se levanta de su lugar para callarlo. Y más tomando en cuenta un fondo histórico tan rico que es imperdonable que sea retratado de manera bastante vaga, por la superficie digamos. Es una cinta chica y no es que eso sea malo pero la clave es que el público no lo sepa, aquí el montaje y los bonitos sets se sienten planos, pareciese que nunca saliésemos del mismo escenario y tampoco ayuda la poca química que existe entre el protagonista y Miranda Richardson, quien interpreta a Clementine Churchill.
No es la cinta de Winston Churchill que quisiéramos ver, ni tampoco una que nos presente una cara nueva de la guerra pero ciertamente tiene momentos visuales poderosos, un score que acompaña perfectamente el sentir de Winston y un casting que para muchos cinéfilos será agradable de ver, pero que dejará insatisfechos a aquellos que sean más exigentes.
- Secuencia inicial
- El Score
- Nula química entre protagonistas
- Situaciones repetitivas
- Mal desarrollo de guión