Gracias al británico Alan Turing, hoy en día contamos con mucha de la tecnología existente, ya que proporcionó las bases algorítmicas e informáticas con la denominada máquina Turing (ahora conocida como una de las primeras computadoras en la historia), la cual fue construida para decodificar el código de la máquina Enigma; código que utilizaban los alemanes durante la segunda Guerra Mundial para enviar mensajes de alta importancia de una forma segura.
Turing fue un hombre que revolucionó su época, pero desafortunadamente tenía un gran “problema” dentro de la misma: ser homosexual. The Imitation Game -como mencioné anteriormente- habla sobre la vida de ese genio, a través de tres periodos de tiempo distintos en la historia, los cuales se van intercalando en el transcurso de la película. A primera vista, la película es de esas historias que parecen ser hechas para ganar todos los premios de la temporada. Con buena producción, elenco que sobresale, elementos que destacan y brillan solos o en conjunto, como la música de Alexandre Desplat, la fotografía de Oscar Faura y la edición.
De los aspectos antes mencionados no hay nada que reprocharle, en especial a las dos actuaciones principales, Benenedict Cumberbatch ofrece una de las actuaciones de su vida encarnando melancólica y atormentadamente al científico inglés, y Keira Knightley, como su compañera Joan Clarke, quien también es marginada por su condición (en este caso por se mujer), aquí la actriz ofrece también uno de los mejores de su carrera, donde encarna un personaje real y ningún gesto de más. Además de ellos cuenta con gente ya conocida y más en el ámbito televisivo como Allen Leech ( Downton Abeey), como John Cairncross y Charles Dance en una versión más ligera de Tywin Lannister (Game of Thrones).
Con guión de Graham Moore, (que este mismo fue seleccionado como uno de los mejores guiones no producidos en el 2011 por la Blacklist, un sitio para guionistas emergentes) y la dirección del noruego Morten Tyldum, presenta un problema que reside en la representación del matemático, que no se atreve a representar el conflicto interno que este hombre tenía con respecto a su sexualidad, que solo se limita a esbozar o reiterar en algunas ocasiones en la trama. Un conflicto que podría haber mostrado un personaje más interesante y complejo, con una trama que hubiera ofrecido aún más dramáticamente hablando, no solo morbo por parte de la audiencia.
El otro problema que presenta es la explicación -no necesariamente detallada- de cómo se descifró el código o como fue realmente que Alan Turing que llegó a crear esta máquina. El guionista no se atreve y mucho menos el director a mostrar lo que ya se conoce, no exploran más la verdadera personalidad y conflictos de este personaje, dejando un vacío en el espectador. Pero esto no quiere decir que el trabajo de los dos sea malo, solo que en muchas ocasiones un trabajo se agradece más cuando este es arriesgado y ofrecen un personaje mucho más complejo. Pero quizá no lo hicieron por temor a fallar, y lo logran, no fallan, pero tampoco exploran una de las mentes más brillantes que dio el siglo pasado.
- Las actuaciones (Todo el elenco)
- Música
- Producción
- Puntos negativos en el guión