Dirigida por Sebastian Schipper y filmada en las calles de Berlín, protagonizada por Laia Costa, una actriz española, hablada en su mayoría en inglés, con una duración de más de dos horas, presentada en una sola noche, y sobre todo realizada en una sola toma, un plano-secuencia; es decir sin cortos o montaje de lo filmado. Todo esto constituye un triunfo en la cinematografía, una realización desafiante que se logró perfectamente.
Si bien el año pasado, Birdman nos presentó una película que parecía estar construida en una sola toma, pero estaba truqueada en la edición, este año llega Victoria, filme que lo logró sin modificación alguna. Además de ser una película verdaderamente entretenida y con una manufactura impecable.
Victoria es una joven española que vive en Berlín, a la que vemos desde el inicio en de fiesta en un bar. Cuando se prepara para regresar a casa, conoce a cuatro amigos, en especial a Sonne, los cuales la invitaran a continuar la fiesta sin tener en cuenta que esa misma noche la involucraran en un favor peligroso que deben pagar.
La película es un triunfo, no sólo por el mérito técnico y el logro que han alcanzado en las horas de ensayo y esfuerzo para preparar la película y el resultado sea tan satisfactorio, sino también porque la historia, el desarrollo de los personajes a lo largo de la misma y las actuaciones, son tan buenas que impacta en el resultado final.
Si bien, la película tiene alto valor artístico, también puede llegar a cansar un poco el hecho que una sola toma no pueda dejar respirar, porque es tan estresante en ciertas ocasiones que puede llegar a provocar ansiedad a más de algún espectador, pero Victoria se recomienda que sea considerada como un viaje, un viaje entretenido; buena aunque al final saldrás rápidamente de la sala de cine para poder tomar un respiro y analizar lo que se ha visto, un viaje que habrá válido la pena.
- Historia
- Realización
- Actuaciones
- Duración