Yo Vi Al Diablo es una de esas películas que desde que comienzan, sabes que algo está mal, puesto que se supone que es una película de suspenso con elementos de horror, y desde sus primeros minutos de metraje lo único que logra es causar risa involuntaria en el espectador debido a una serie de circunstancias que analizaré más adelante.
En este filme, los protagonistas son una pareja, David y Julia, quienes están esperando a su primer bebé, un evento que es muy esperado por ambos debido a un accidente traumático que sufrió Julia en un pasado reciente. Es por eso que esta pareja decide alejarse de la vida en la ciudad y tratar de encontrar un hábitat mas tranquilo, para que ambos puedan superar este trauma. Conforme pasa el tiempo, Julia comienza a escuchar y a ver ciertas cosas que aparentemente nadie más puede apreciar, lo cual genera que tanto su médico como su esposo, crean que estas “visiones” son réplicas del accidente que sufrió y de que necesita medicamento para mantenerse mentalmente estable.
Como podrán notar, hay una gran serie de clichés en lo poco que les puedo narrar del filme sin entrar a territorio de spoilers, lo cual genera cierto aburrimiento en el espectador debido a que es una historia que ya conocemos de sobra; simplemente se le añaden algunos giros nuevos y bastante ingeniosos, pero que al final de cuentas no son suficientes para lograr salvar a una cinta que es sumamente mediocre, tanto a nivel actoral como narrativo.
Uno de los principales problemas de Yo Vi Al Diablo es que en ningún momento sientes el horror que se supone deberías experimentar en una cinta con esta premisa y características. En cambio, cada situación inverosímil e incluso los forzadísimos diálogos o las malas actuaciones, logran sacar la carcajada involuntaria, algo que es sumamente triste para un filme del género, pues parece que estamos viendo una comedia de mal gusto.
- El humor involuntario
- La historia
- Las actuaciones
- Es muy aburrida