Crítica de “Las horas más oscuras”

A lo largo de su filmografía, Joe Wright ha destacado por sus dramas de época más que por otro tipo de películas y ahora regresa a las pantallas de cine con la historia que definió el curso de una de los escapes más importantes de la Segunda Guerra Mundial. El año pasado, Christopher Nolan nos mostró con gran maestría lo que fue el escape de Dunkerque y en Las Horas Más Oscuras, veremos las decisiones que se tuvieron que llevar a cabo del otro lado de esta historia.

En Las Horas Más Oscuras se nos cuenta la difícil decisión que tuvo que tomar el entonces nuevo Primer Ministro Británico Winston Churchill (un espléndido Gary Oldman): Si sentarse a negociar con Hitler y sus fuerzas armadas, o enfrentarse a él contra todo pronóstico a favor de las tropas británicas, además de una probable invasión a territorio inglés por parte de los nazis. Todo esto tan solo en sus primeros años en su nuevo rol como rostro del gobierno británico.

Como es usual en todos los dramas de épcoa de este director, el diseño de producción y diseño de arte es uno de los elementos más cuidados y trabajados de este filme; así también los vestuarios y en especial el maquillaje (pues era un proceso de horas convertir a Gary Oldman en dicho personaje). La fotografía también resalta muchísimo con sus encuadres y paleta de colores, además de un buen manejo de luz. Sin embargo, lo que realmente brilla aquí es el titán llamado Gary Oldman, quien ofrece uno de los mejores papeles dentro de su carrera. Cada momento que le vemos en pantalla olvidamos por completo quién se encuentra detrás de esas capas de látex y maquillaje, lo cual indica lo camaleónico que es como actor. Imprime sus características y logra (con gran maestría) mostrar la angustia, miedos y su calidad como ser humano, además de recordarnos el peso histórico de esta persona en uno de los momentos más oscuros de la historia de la humanidad.

Con respecto a su función como drama histórico, logra mostrarnos de manera detallada los días y horas; los momentos más importantes de los diversos personajes que aparecen en esta historia. Tal vez su ritmo pueda ser un poco tedioso para algunos, sobretodo por el uso excesivo de diálogos, pero sin lugar a dudas es un filme que vale mucho la pena ver. No solo por la gran dirección de Joe Wright o el agasajo visual del filme, o por su acertada lección histórica; sino para entender y captar su mensaje, un mensaje que hoy en día vuelve a cobrar fuerza, donde se nos recuerda que nunca debemos rendirnos al poder del miedo, aún cuando nos encontremos en nuestra etapa más oscura.