Crítica de ‘Plan V’

Después de terminar de de ver Plan V, una cosa me quedó muy clara: El mal cine mexicano siempre tendrá mejores oportunidades para mostrarse en las cadenas de cine nacional, que aquellas películas que verdaderamente valen la pena y usualmente solo podemos apreciar en circuitos de festivales o en recintos culturales como la Cineteca Nacional. Es una pena que un director como Fez Noriega —Alguien que ya había demostrado su poco talento con Te Presento a Laura (2010)—, haya logrado levantar este proyecto que para la época en la que se estrena, se siente como un paso atrás con respecto al discurso y empoderamiento de la mujer y la figura femenina en nuestra sociedad. Plan V se siente fuera de lugar, como una historia que probablemente hubiese sido un éxito en los 80 o 90; donde la mayoría de las comedias sobre el sexo eran simplemente ridículas.

La historia de Plan V se enfoca en la figura de Natasha Dupeyrón, quien interpreta a Paula, una mujer que pretende sorprender a su novio durante su noche de aniversario, solo para descubrir que le es infiel con un hombre. Así es, cliché de clichés a la orden. Poco después, sus amigas al verle en depresión, elaboran un “sofisticado” plan para superar a su ex, el cual consiste en buscar acostarse con un hombre virgen para que éste sea el que se clave con ella. ¿Y qué mejor lugar para encontrar a dicho sujeto que con los estereotipados nerds? En este caso los estudiantes de robótica de una universidad. Aquí la protagonista querrá seducir a un joven llamado Luis (José Pablo Minor) quien oh sorpresa, tiene un cuerpazo y es sumamente atractivo, pero por supuesto, es virgen. Es así que poco a poco Paula irá seduciendo a Luis para eventualmente quitarle su virginidad, pero como era de esperarse, su plan se da a conocer al público, lo cual provoca un distanciamiento entre Luis y Paula, quien siguiendo el hilo de clichés disponibles, ya se había enamorado de él. Es así que intentará demostrar que su amor es real y recuperar a Luis en el proceso.

De verdad me sorprende el nivel tan bajo de su guión, pues es simplemente de mal gusto. A nivel personal, no me hace ninguna gracia que un grupo de mujeres utilicen su físico (pues todas son muy atractivas) como la única herramienta para poder atraer la atención de un hombre y “enamorarlos” a través del sexo. Creo que todos hemos tenido oportunidad de conocer a mujeres muy inteligentes, lo cual las convierte en personas mucho más atractivas y estimulantes para relacionarse. Incluso American Pie (Paul & Chris Weitz, 1999) dentro de todo su desmadre, trataba de mostrarnos cómo un grupo de jóvenes obsesionados con el sexo descubren que las relaciones de pareja están cimentadas en las emociones y por ende, llevan a cabo un proceso de maduración muy interesante, donde al final, el sexo queda en último plano.

Otro punto que también termina por afectar a Plan V es el uso excesivo de estereotipos (además de los clichés siempre presentes), desde la banda de bullys que aparecen en la película, sus atuendos y personalidades, hasta el look y pasatiempos del grupo de nerds con el que se relaciona la protagonista. Películas como Ni En Tus Sueños (Jim Field Smith, 2010) logran mostrar con mucho más decoro el cómo los chicos pocos apuestos y de intereses “nerds” no lucen o se comportan de determinada manera. Dicha película también logra mostrarnos el cómo debemos aprender a valorarnos a nosotros mismos y de esa forma, podemos ser lo suficientemente atractivos o atractivas para cualquier persona, así sea muy culta, bien parecida o no, físicamente hablando.

Sumemos a esto las malas actuaciones de la mayoría del elenco de Plan V, donde claramente se ve algunos no tienen suficiente experiencia (algo muy común en este tipo de proyectos), lo cual solo termina por resaltar la pobre dirección del señor Noriega. Es cierto que existen algunos momentos que podrían sacar la carcajada fácil a cierto sector de la audiencia, pero para la mayoría, asistir al cine a ver esta película solo es una pérdida de tiempo y dinero, por lo cual les invito a ver cine mexicano que verdaderamente valga la pena. No todo es así de malo.