El western, es uno de los géneros más famosos y utilizados dentro del séptimo arte, son incontables las películas que se han hecho sobre el viejo oeste a lo largo de los años, con excelentes representantes en la mayoría de los casos. En esta ocasión, Tommy Lee Jones nos trae este fascinante relato fungiendo como productor, guionista y director en The Homesman.
Una historia sobre personajes frágiles, débiles, con un alma fracturada, que son puestos a prueba ante numerosas adversidades, con muchos dilemas morales en donde no hay respuestas correctas o incorrectas. La historia comienza con una mujer poco convencional, adelantada para su época, sumamente independiente; pero que es señalada como la oveja negra dentro de una sociedad completamente machista.
Es entonces que decide realizar un viaje sumamente peligroso, para salvar la cordura de tres mujeres perturbadas por la muerte, tristeza y soledad de su existencia. En esta aventura su compañía será un viejo duro de roer, el típico arquetipo del héroe que no quiere serlo pero dadas las circunstancias se ve obligado a tomar parte en un momento crucial de estas mujeres.
La relación entre la autoritaria Mary Bee Cuddy (Hillary Swank) y el refunfuñante George Briggs (Tommy Lee Jones) es muy natural, conforme avanza el tiempo ambos se comienzan a respetar e incluso a tener cierto aprecio, lo cual desencadena que la perspectiva de indeferencia que posee Briggs, hacia todo aquello que lo rodea, cambie, que dé una vuelta de 180 grados, enriqueciendo a su personaje. Pero sobretodo, convertir el tercer acto en algo atípico dentro del género western, transformando este filme en algo totalmente distinto, que dejara preguntando a la audiencia el ¿qué hubiera hecho yo en su lugar? Y creo que ese es su mayor logro.