El placer es mío retrata la relación de una suspendida pareja que decide renunciar a su vida citadina y tener un acercamiento a una vida austera, practicando trueque y siendo autostentables en la casa del papá difunto de Mateo protagonizado por Fausto Alzati, sin embargo la decisión que se tomó parece muy precipitada al no tener un acercamiento mas estrecho entre los protagonistas mas que disfrute entre lazos sexuales. La película nos lleva por un cuestionamiento sobre las relaciones actuales, donde lo sexual ya no es tema cubierto, sino que forma el reinado de una relación, siendo éste el pilar de su diversión.
Los personajes se muestran vacilantes al enfrentarse a la decisión de Rita por la necesidad natural de tener un hijo, la presencia de la prima coqueta de Mateo y la visita de familiares. Estos cuatro factores infieren en el decadente y falso idilio de una relación. ¿Acaso la idea actual de los amoríos, compartir la vida con alguien se vuelven cada vez mas ineficientes? ¿Es preciso unir lazos cuando lo sexual es el común denominador de las parejas?
La historia se enriquece de diálogos sinceros y actuales sin la necesidad de forzarlos, teniendo a Tara Parra en una de las escenas auxiliares de la cargante película, los estelares mantuvieron su talento no tanto para la actuación de Camila Sodi como la prima política que toda mujer odiaría tener fracasa, su trabajo no llega a impactar y se convierte en un personaje inofensivo.
La directora Elisa Miller es una directora que ha frecuentado el FICM con “Ver llover” 2006, “Roma” 2008 y “Vete más lejos Alicia” 2010, afirma la unión entre su trabajo y su vida personal al decir, que sus personajes sufren cambios a la par que ella va creciendo, el filme se escribió con Gabriela Vidal, dirigiendo arte Claudio Castelli armonizando los paisajes en su mayoría cerrados y trabajando con los animales.
- Actuaciones
- Su historia no es trascendente
- Mala fotografía
- Es muy aburrida