Una de las primeras películas mexicanas que tuvimos oportunidad de ver en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (y que forma parte de la sección en competencia a mejor largometraje mexicano) fue Casa Caracol, una cinta dirigida por Jean-Marc Rosseau y que de alguna forma, retrata la violencia con la que tenemos que vivir día a día en nuestra sociedad actual, además de la normalización que se ha hecho sobre la misma.
Aquí, se nos narra la historia de una mujer (Rosalba García) que recientemente ha sufrido la “pérdida” de un ser querido, la cual aún le es difícil de superar. Es por esto que decide llevar a cabo un viaje a Las Pozas, Xilitla, en el estado de San Luis Potosí; con la finalidad de escapar momentáneamente de su realidad y tratar de reencontrar su paz interior. Al llegar a su destino se relacionará con una serie de personajes locales y foráneos —que como ella huyeron de su realidad buscando otro estilo de vida—, para poco a poco ir forjando una relación sentimental con un hombre llamado Nico (Ianis Guerrero), quien le hará reconsiderar la posibilidad de encontrar nuevamente la felicidad en su vida. Pero una serie de eventos se irán anteponiendo a este nuevo futuro, creando un estado de incertidumbre y peligro emocional para la protagonista.
De esta forma es que lo que en un inicio pareciera la típica historia de superar los fantasmas de tu pasado para poder ser feliz, se torna en un crudo análisis de nuestra realidad. Una realidad que se ve manchada con actos de violencia inesperada, violencia que puede destruir o cambiar nuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos. Se nos muestra el círculo vicioso en el que vivimos, la espiral que siempre nos lleva al mismo punto de origen sin que podamos hacer algo realmente. Fuera de eso, Casa Caracol no tiene mucho que ofrecer, ni a nivel narrativo, ni como vehículo de exhibición para los actores protagónicos de la trama, ya que es posible encontrar mejores referencias sobre su labor histriónica en otros lugares.
Si bien es cierto que el tema que toca esta cinta no es ajeno a ninguno de nostros (ni mucho menos irrelevante) no se trata o desarrolla de la mejor manera, lo cual solo causa que veamos una película que muy probablemente nos entetendrá a lo largo de su metraje, pero que en realidad no nos deja ningún mensaje digno de recordar.
- El Cast
- Recta final
- No hay un discurso
- Personajes planos
- Tarda demasiado en arrancar