Este fin de semana por fin llegó a México Assassin’s Creed, cinta producida y protagonizada por Michael Fassbender y dirigida por Justin Kurzel. El filme viene siendo una adaptación de la exitosa franquicia creada por la compañía francesa Ubisoft en el año 2007, donde se nos introduce a una sociedad secreta conocida como el Credo de los Asesinos, quienes han estado en conflicto con los Templarios ya que estos buscan hacerse del control del mundo, y los Asesinos pretenden detenerlos a toda costa. Esto lo vemos a través de Desmond Miles, un hombre que es rastreado y capturado por una poderosa compañía templaria conocida como Abstergo, la cual desarrolló un proyecto denominado Animus, a través del cual una persona puede experimentar los recuerdos de sus ancestros a través del uso de la memoria genética dentro de nuestro ADN. De esta forma se nos introduce a una serie de asesinos, Altaïr ibn-La’Ahad y Ezio Auditore, ambos Asesinos y ancestros de Desmond que estuvieron en contacto con un poderoso artefacto conocido como La Manzana del Edén, la cual fue creada por una civilización muy antigua y otorga a su portador habilidades dignas de un Dios.
Esta es la historia que Assassin’s Creed pretende contarnos, pero sin utilizar a ninguno de los personajes emblemáticos de la franquicia, creando una línea argumental completamente nueva así como el uso de personajes completamente nuevos como el protagonista, Callum Lynch y su antepasado Aguilar. También se nos introduce al conflicto que existe entre templarios y asesinos, así como el objetivo principal de la trama: encontrar La Manzana del Edén. Y aunque en papel suena como una historia interesante, la forma en que se adaptó resulta ser un tanto superficial al no ahondar en detalles específicos que justifiquen el comportamiento de las dos sociedades que se enfrentan, los templarios y asesinos; o incluso el funcionamiento y orígenes del artefacto que mueve la trama.
Para aquellos que seguimos la franquicia de videojuegos, esos huecos narrativos no afectan ya que sabemos hacia donde se dirige la historia, pero lamentablemente la audiencia en general desconoce el origen de muchos personajes, situaciones o términos como El Efecto Sangrado que son presentados sin explicación alguna, creando así una completa falta de empatía entre la audiencia y los supuestos protagonistas de Assassin’s Creed, donde realmente se falla en todo sentido. Es increíble que la dichosa maldición sobre adaptaciones de videojuegos persista, en especial teniendo en cuenta quienes son los encargados de trasladar esta historia a la pantalla grande, Michael Fassbender como productor y Justin Kurzel como director. Aunque no todo es malo, el espectacular diseño de producción es muy elaborado tanto en ambientes contemporáneos, como los de la inquisición española; visualmente cuenta con una fotografía muy vistosa, además de una excelente banda sonora por parte de Jed Kurzel (hermano del director) quien por momentos hace referencias sonoras al score creado por Jesper Kyd para la saga interactiva.
A pesar de sus numerosos errores y una trama muy superficial donde no existe un desarrollo real del protagonista, las numerosas secuencias de acción, la música y el aspecto visual son más que suficientes para mantener entretenidos a los espectadores que elijan dar un salto de fe para ver este filme que tristemente, quiso volar como el águila que nos muestra, solo para fallar y caer hacia el vacío.
- Buenas secuencias de acción
- El concepto del animus
- Muchos huecos narrativos
- Personajes mal desarrollados
- La historia no termina de convencer