Hace exactamente ocho años, se estrenó Cloverfield, un filme que utilizó el llamado found footage para mostrarnos una historia de horror y ciencia ficción muy interesante en donde una criatura de proporciones gigantescas invade una ciudad, destruyendo todo a su paso. El éxito de esta cinta radicó en su excelsa campaña mediática gracias a la compañía productora Bad Robot, obra del director y productor J.J. Abrams, quienes lograron mantener en secreto la película en un tiempo cuando las redes sociales comenzaban a tener el peso e importancia de hoy en día. Y precisamente este es el caso de Avenida 10 Cloverfield, filme que está vinculado de alguna forma a Cloverfield, sin ser necesariamente una secuela. Ya que a menos de dos meses de su estreno, fue cuando se le empezó a hacer una campaña publicitaria a este filme, del cual no se sabía absolutamente nada, lo cual es todo un triunfo en estos tiempos donde las filtraciones de información son algo común.
En Avenida 10 Cloverfield, se nos presenta a la que será la protagonista de esta historia, Michelle (Mary Elizabeth Winstead) una mujer que después de una pelea con su actual pareja (Bradley Cooper) decide abandonarlo, solo para que en el camino sufra un accidente automovilístico, impidiéndole llegar a su destino e irónicamente, salvando su vida en el proceso. Cuando esta mujer despierta se encuentra en el búnker de un hombre llamado Howard (John Goodman), quien le comenta que el fin del mundo ha comenzado y deben quedarse en ese lugar para poder sobrevivir. Evidentemente la protagonista no se quedará con los brazos cruzados por lo que comenzará a investigar si la historia del apocalipsis es cierta o no.
Es aquí donde está lo realmente interesante de esta cinta, ya que evoca perfectamente a esas producciones de antaño donde uno iba al cine sin saturación de información o datos sobre la película, con la simple finalidad de entretenerse a través del descubrimiento de lo desconocido. De esta forma se nos manipula para ir desarrollando nuestras propias teorías y conclusiones acerca de la trama, conforme la película avanza, mostrándonos lo que a priori es un thriller psicológico, sumergido en un ambiente claustrofóbico, que a pesar de su aparente sencillez y minimalismo en su historia, cada minuto logra captar la atención total del espectador, manteniéndonos al borde de nuestros asientos.
Otro de los puntos fuertes del filme es sin lugar a dudas Mary Elizabeth Winstead, quien sufre una extraña pero creíble transformación de personaje, donde inicia como una mujer que huye de su pasado hacia un futuro incierto, para posteriormente convertirse en una mujer capaz de forjar su propio futuro, donde es capaz de tomar las riendas de su vida y forjar su propio destino. De igual forma, la gran complejidad en cada uno de los personajes que aparecen en esta cinta es fascinante, especialmente en la del personaje interpretado por John Goodman, quien hace gala de sus dotes histriónicos al mostrarnos a un personaje polifacético, quien fácilmente puede mostrar simpatía, hasta aterrorizarnos completamente sin la necesidad de convertirse en un estereotipo acartonado.
Avenida Cloverfield 10 es una bocanada de aire fresco para estos tiempos, donde las grandes producciones o secuelas de grandes franquicias atiborran un gran porcentaje de las salas de cine, y a veces muchos de estos filmes son verdaderamente olvidables. Con una excelsa narración, edición y montaje que hace uso en su mayoría de un escenario cerrado y claustrofóbico, en donde su director Dan Trachtenberg no nos aburre ni un segundo —a pesar de que esta es su Ópera Prima— haciendo gala de un gran talento como narrador. Poco a poco se nos envuelve en esta red llena de secretos y misterios, similar a una telaraña en donde nosotros somos la mosca y la cinta, la araña.
- La historia
- Las actuaciones
- El suspenso
- El tercer acto pierde un poco de fuerza