Review de “Boyhood: Momentos de una vida”

Pocos directores en la actualidad cuentan con una carrera tan versátil y diversa como la de Richard Linklater, en cuya filmografía sobresalen joyas del cine independiente como “Dazed and confuzed”; extraños experimentos de animación para adultos como “Waking life” o la sensacional trilogía de “Before Sunrise”. Éste año, el original realizador, nos presenta no sólo la cinta que representa su proyecto más arriesgado a la fecha, sino todo un evento cinematográfico sin precedentes cuya realización es una tesis y parteaguas en la historia del cine.

“Boyhood” cuenta en realidad una historia bastante simple y sin un solo efecto visual o de maquillaje; sin embargo, resulta tan especial por que la singular vida de Mason (Ellar Coltrane) es narrada desde los seis hasta los dieciocho años, periodo en el cual fue filmada la cinta, en donde  podremos ver la evolución y crecimiento de sus protagonistas en pantalla a la vez que se desarrolla una trama completamente humana y sensible. Ciertamente la existencia del protagonista y sus allegados no dista mucho de la de cualquier ciudadano norteamericano promedio, pero es quizás ahí donde recae el encanto y espíritu del filme.

Las actuaciones son de primer nivel, no solo por su joven y debutante protagonista, sino por todo el elenco, quienes con naturalidad y frescura desarrollan e interpretan magistralmente sus respectivos personajes, mismos que evolucionan a la par del personaje central y se convierten en seres entrañables con los que el público fácilmente puede identificarse. Mención honorífica al resurgimiento de Patricia Arquette, quien no había tenido un personaje relevante en prácticamente quince años y aquí podemos verla espléndida como la madre fuerte y trabajadora pero a la vez vulnerable y sensible. Por su parte Ethan Hawke, actor de cabecera de Linklater, nos brinda una de sus más brillantes interpretaciones, demostrando porque ese cínico y encantador ícono juvenil de los noventas generó tanto furor en su momento y cuya filmografía, si bien repleta de bodrios, cuenta con grandes joyas para la posteridad como ésta.

Gran parte de la eficacia y éxito de la cinta, recae en la astucia de su director al realizar una narrativa única, en la que gracias a un extraordinario soundtrack y referencias culturales podemos saber con exactitud el año y situación social y hasta política en que se desarrolla la historia.

Sin embargo, a pesar de su maestría y originalidad, la duración resulta verdaderamente excesiva, ya que si bien Linklater busca interminablemente la forma en que su cinta sea dinámica y las situaciones que presenta son envolventes, la trama no deja de ser la infancia y adolescencia de un joven común y corriente y en casi tres horas puede llegar a sentirse un tanto anticlimática, ya que si bien el simple hecho de tener una realización tan compleja justifica el tiempo en pantalla, como espectador uno agradecería que el filme fuera un poco más ágil y es latente la sensación de que sería más disfrutable si tan sólo durase dos horas.

En conclusión, “Boyhood” es un retrato íntimo de la sociedad moderna que evita a todas costa las situaciones melodramáticas exageradas para centrarse en una historia sencilla y humana que resulta verdaderamente poderosa y será un deleite para los ojos y oídos de todos los cinéfilos de corazón que buscan (y se entretienen) con algo más profundo y orgánico que sagas fantásticas repletas de explosiones y efectos visuales.

El hecho de presenciar un experimento cinematográfico de dichas proporciones en nuestra generación es más que una razón para correr a las salas de cine. Dicho experimento es tan efectivo que seguramente escucharemos mucho, pero muchísimo más de la cinta en la temporada de premiaciones que se avecina.

Título original: Boyhood (EUA, 2014)

Director: Richard Linklater

Elenco: Ellar Coltrane, Patricia Arquette, Ethan Hawke, Lorelei Linklater