Crítica de “La Morgue”

Justo cuando uno creía que ya no había nada nuevo que ver en el género de horror aparece esta nueva propuesta, una sumamente fresca y que sin llamar demasiado la atención ha ido ganando espectadores y, es que cuando una película de terror funciona, la mejor publicidad que puede tener es la de boca en boca. La morgue o The Autopsy of Jane Doe es dirigida por André Øvredal quien es conocido por su largometraje titulado Trollhunter, película con la que obtuvo renombre internacional. En esta ocasión logró ensamblar un elenco interesante encabezado por Brian Cox y Emile Hirsch.

El argumento nos lleva a la funeraria y morgue de la familia Tilden, en la que Padre e hijo laboran continuando con la tradición familiar, aunque el joven Austin no planea continuar por mucho tiempo con esta tradición ya que desea forjar su propio destino. Lo único que lo mantiene atado a ella es su padre, quien recientemente sufrió la pérdida de su esposa. Todo es una rutina en este sombrío lugar donde lo único que tratan de llevar a cabo, es descubrir la causa de muerte de todos los cuerpos que les son entregados, al llevar a cabo detalladas autopsias a estos cadáveres. Esta rutina se verá interrumpida cuando el misterioso cuerpo de una joven mujer les es entregado por el jefe de la policía local, con la finalidad de descubrir de dónde viene y cómo falleció.

El director crea una verdadera obra de tensión que durante una hora y veinte minutos te mantendrá al filo de tu asiento y con los pelos de punta, esto gracias a las maravillosas actuaciones de Brian Cox y Emile Hirsch, pero sobretodo el gran trabajo de la joven actriz Olwen Kelly, quien sin mover un sólo músculo logra transmitir una constante sensación de amenaza y peligro hacia los protagonistas.

La Morgue es un ejemplo perfecto de que cuando se cuenta con una historia bien escrita no hay necesidad de efectos especiales muy elaborados, puedes crear una tensión de manera natural a la vieja escuela, con iluminación, sonidos, maquillaje y uno que otros Jump Scares, que si bien, caen el cliché funcionan y ayudan a mantenerte inmerso. Los ángulos de cámara se usan con una maestría dentro de espacios reducidos los cuales te hacen sentirte encerrado con la peor pesadilla.

No cabe duda que uno de las cosas que más causan terror en los seres humanos es lo desconocido y esta cinta se apoya en esto, dejándote vagamente resuelta esta película, nunca te queda 100% claro que sucede y la información son puras suposiciones sin bases, lo cual te hace sentir lo indefensos que están los protagonistas. Uno de los puntos negativos es el final, muy abrupto y que se siente forzado, para el nivel de oscuridad manejada se podría pensar en un final diferente y no en una salida tan fácil.

The Autopsy of Jane Doe o La Morgue es una película sorprendente, de esas cintas que podrían pasar inadvertida pero que seguramente no te defraudara, ya seas fan o no de este tipo de cine, sin duda la recomendamos ampliamente.