Review de “Morgan”

Morgan es la cinta con la que debuta como director  Luke Scott, hijo del célebre director Ridley Scott, notaras la influencia de su padre ya que también decide iniciar su filmografía en el mundo del cine apostando por una trama de ciencia ficción. La protagonista en esta historia es Morgan interpretada por Anya Taylor-Joy (su participación más reciente es en el proyecto de  ‘La Bruja’) quien a pesar de presentarse como una chica normal y corriente cuenta con un alto nivel de inteligencia, siendo capaz de desarrollar habilidades que evoluciona rápidamente. El misterio alrededor de ella se nos presenta en el tráiler ya que no sabemos si se trata de una persona o algún ser artifical; podemos observarla en un ambiente controlado, en confinamiento y nos hace sospechar que posiblemente la consideren peligrosa.

Luke Scott elige la participación de algunos actores que cumplen bien en el desarrollo de su papel pero lamentablemente no destacan y tienden a confundir con sus acciones por el guión de Seth W. Owen. Lo que parecía ser una película de ciencia ficción y misterio que a primera instancia mostraba contar con una premisa interesante termina por perderse en escenas de acción y relleno. La dirección de fotografía nos muestra varios planos interesantes pero que no terminan de involucrarte en ella, ni siquiera con la ayuda del soundtrack. Las presentaciones visuales terminan por ser en ocasiones exageradas apostando por un ambiente de fantasía en  vez de algo sorprendente o que aporte algo nuevo al género.

Morgan es una buena película si lo que buscas es pasar el rato pero si te quedas con un mal sabor de boca e interesado en temas de inteligencia artificial te recomiendo ampliamente que antes chequen Ex Machina, entre otras películas que destacan con el control y presentación del tema sobre seres artificiales y/o el desarrollo de estos. Esperemos que el director aprenda de los fallos presentados en su ópera prima y aproveche las oportunidades que le brinda su padre en producción para crear otra película que atrape al público y se reconozca su potencial, el cual ha demostrado en cortometrajes como Loom.