Thunder buddies for life
Por fin llegó la segunda entrega de la exitosa película que popularizó al oso más querido y malhablado de todos. Fue en 2012 cuando Ted llegó a la pantalla grande para sorprendentemente alcanzar un éxito que nadie esperaba.
¿Podrá Ted 2 superar lo conseguido con su antecesora o se convertirá en una secuela innecesaria?
Ted (Seth MacFarlane) y Tami-Lynn (Jessica Barth) quieren adoptar un bebé, pero para ello deberán luchar para que Ted sea considerado como una persona ante un tribunal de justicia de los Estados Unidos. Su mejor amigo, John (Mark Wahlberg); y Samantha (Amanda Seyfried), una novata abogada, se ven implicados en un pequeño romance mientras ayudan a que los derechos civiles de su amigo esponjoso sean respetados por la sociedad.
Esta es la premisa de lo que bien podría ser un capítulo más de televisión de Family guy o de otros programas parecidos que produce Seth MacFarlane. Sin embargo, esta es una historia que el director quiso contar en pantalla grande para nuevamente dar vida un oso de peluche que en esta ocasión nos ha quedado a deber.
Los primeros 30 minutos de la película transcurren sin pena ni gloria. Han pasado seis meses desde que John se divorció, mientras que Ted ya experimenta las primeras dificultades de la vida en matrimonio. La historia toma fuerza cuando Ted y John deciden encontrar un donador de esperma (ya que Ted no tiene genitales), por lo que deciden robar una muestra directamente del miembro de Tom Brady. No recuerdo haber visto una secuencia de cine comercial tan divertida y repleta de semen desde Locos por Mary.
Ted 2 fracasa en su intento por robar aquellas carcajadas que hizo en su primera entrega. Ahora los chistes son malos e incluso pueden caer en lo molesto para cierto público. Ted ha perdido su carisma desde el momento en que decidió separarse de su amigo John para comenzar una vida independiente. Ahora lo vemos mucho más maduro y menos borracho, drogado e irreverente.
Los cameos de artistas son un recurso forzoso por intentar generar risas en el espectador. Tal vez la única aparición divertida es la de Liam Neeson – como agente secreto – comprando una caja de cereal en la tienda donde trabaja Ted. De ahí en más, no pasa nada.
Por lo mismo que la historia parece quedar corta para 115 min de duración, la película cuenta con muchísimas escenas intrascendentes y de puro relleno.
Lo más destacado es la química que Ted y Mark Wahlberg consiguen generar en escena. Si eres un fanático de este actor en un tono relajado podrás disfrutar de la historia.
Ted 2 cuenta con un pequeño mensaje en pro de los derechos de las minorías, háblese de tendencias sexuales, religiosas, de nacionalidad, de género, etc., reflejadas en la búsqueda de Ted por un trato igualitario como un ser humano.
Lamentablemente Ted 2 queda como una secuela sin sentido. Una total desilusión para todo aquellos que esperábamos un poco más de lo que habíamos visto en la primera entrega.
¿Será que ya no estamos en edad para tener un oso de peluche?
