Por Iván Belmont
En primer lugar el título del filme hace referencia al fundador de la cienciología, el señor L. Ron Hubbard, en la película recibe el nombre de Lancaster Dodd y es interpretado por Philip Seymour Hoffman pero él no es el verdadero protagonista, sino un personaje llamado Freddie Quell, quien es encarnado por Joaquin Phoenix.
Aunque pareciera que la trama se enfocaría ya fuera en Dodd y su creación y motivos de su culto, no lo hace, sólo toma el tema muy por encima sin dar alguna explicación que nos muestre quien es esta persona en realidad, porqué hace lo que hace y como lo hace. A su vez tenemos a un confuso Freddie, quien no tiene una razón de vivir a excepción del sexo y alcohol improvisado, quien de manera un tanto extraña, recibe la ayuda y guía espiritual por parte de Dodd, lo cual le da un objetivo a su vida aunque de manera muy breve.
Las actuaciones son increíbles, dignas de óscar, en especial Philip y Joaquin, se dan duelos titánicos en sus respectivos papeles, Amy Adams como la esposa de Dodd está sublime, pero desafortunadamente, el guión tan confuso que se maneja le quita puntos a una producción de la cual, personalmente hablando, esperaba mucho más.
Por otro lado, una característica que siempre resalta en los filmes de Paul Thomas Anderson, el director, es su bien cuidada fotografía al igual que su diseño de arte, estos aspectos son perfectos en The Master, dándole a la película una textura muy rica, otro punto fuerte es la muy eficaz banda sonora a cargo de su ya compositor habitual, Jonny Greenwood.
- Joaquin Phoenix
- Philip Seymour-Hoffman
- Amy Adams
- La historia
- El ritmo lento