Review de “Hacksaw Ridge”

Las películas bélicas son un género que por lo general logra una lugar dentro de las nominaciones a los premios de la academia, Hacksaw Ridge o Hasta el último hombre es el intento de Mel Gibson por colarse dentro de esas posiciones y poder contender por un Oscar. Y parece que lo ha hecho bien ya que en la lista de nominados a los Globos de Oro Brilla la producción en varias categorías destacando las de Mejor actor Dramático, Mejor Director y Mejor Película drama.

Hacksaw Ridge sigue la historia de Desmond Doss, un médico de la segunda guerra mundial, quien sirvió durante la guerra en Okinawa, una de las batallas cruciales y más importantes para Estados Unidos. Pero lo particular de su caso es el hecho de que se negó a matar soldados gracias a sus convicciones religiosas, pero esto no lo detuvo para salvar a más de 70 soldados aliados e incluso algunos enemigos, siendo así el primero hombre en la historia en obtener la medalla de honor sin haber hecho un solo disparo.

Bajo el guión de Robert Schenkkan y Andrew Knight, el primero ya con experiencia en tramas bélicas, tras haber escrito algunos capitulos de The Pacific, crean un guión que carece de fuerza durante la mayor parte de la cinta, la cual podría dividirse en tres actos. El primero, en el que se busca contextualizar las acciones del personaje, no logran el dramatismo necesario para hacernos entender los demonios del atormentado padre interpretado por Hugo Weaving, ni tampoco el surgimiento de sus ideales que  llevaran al personaje principal a enfrentar una guerra. Andrew Garfield, si bien tiene un carisma innato, su actuación no termina por cuajar, tampoco convence en las escenas románticas que suelen tener estas historias dándole al personaje una razón para volver a casa, siendo este interés interpretado por la bella Teresa Palmer. La segunda parte de la película se centra en un Desmond en el ejercito y defendiendo sus convicciones, los cuales continúan muy vagos para el espectador hasta que te dan un poco de contexto sobre la infancia del personaje, siendo ya muy tarde, cabe resaltar las interpretaciones de Vince Vaughn como el Sgt. Howell y Sam Worthington como Captain Glover. La tercera y última parte de Hacksaw Ridge se desarrolla durante el despliegue de fuerzas americanas en Japón y es ahí donde la trama brilla y lo hace haciendo un despliegue de producción muy bien cuidad y donde el manejo del drama funciona de la mejor manera. Es  hasta este acto donde Andrew demuestra que no es un actor del montón y nos regala una actuación digna de la producción.

Mel Gibson ya es conocido por traernos películas fuertes y crudas en las que el uso de la violencia se considera un sello personal, en esta ocasión su equipo de arte se encargo de dejarnos ver la violencia inherente a la guerra con vísceras, extremidades y cuerpos putrefactos  esparcidos por el campo de batalla, un gran acierto y que le dan realismo al relato.

La fotografía y el Sonido cumplen su función, la fotografía  es buena y sobresale durante las secuencias bélicas, no así el sonido, que si bien cumple con su función, no es sorprendente como en otras producciones de este estilo, el cierre de la película es de estilo documental muy parecido a lo sucedido en American Sniper, lo cual le regala esa sensibilidad deseada a la película, pero se hubiera agradecido más el incluir esas situaciones dentro del desarrollo del metraje y hacerle restado un poco de tiempo a los primeros actos.

Hacksaw Ridge es una película emocionante y que agradara a todos los amantes del cine bélico, al final puede que no le alcance en las época de premiaciones para llevarse grandes reconocimientos. Este intento dramático de Mel Gibson se quedara en  la carrera debido a que termina entregando una película no tan pulida y atenta a detalles como otras ya realizados por el mismo director.