En 1952, durante una tormenta de nieve y una de las peores que ha tenido la costa Este de EUA, un barco petrolero es partido a la mitad, con más de 30 tripulantes a bordo. Ellos buscarán la manera de sobrevivir, mientras cuatro miembros de la Guardia Costera, liderados por Nick Weber (Chris Pine), los irán a rescatar, desafiando así a la naturaleza.
La película es producida por Disney, por lo que generalmente cuando no son películas de animación, suelen tener ciertas características que a todos nos gustan. Son historias basadas en hechos reales, con una linda historia de amor mientras el conflicto se desarrolla, entretenidas e historias que abundan en esperanza y luchan contra la adversidad. Horas Contadas contiene todos estos elementos, lo que hace que sea una entretenida película. Sus elementos de producción como la fotografía, el diseño, hacen que sea una bonita película estéticamente. Los actores no sorprenden en su desempeño, pero tampoco defraudan: son creíbles y sorprende la aparición de unos cuantos como Casey Affleck, como el encargado del barco petrolero o bien Eric Bana, como el comandante de la guardia costera.
Sin embargo, los elementos que mencioné al principio pueden ser una arma de doble filo si estos no son aprovechados correctamente, y aquí la historia de amor es sumamente sobre-expuesta y siendo la vía principal del relato, incluyendo ciertas situaciones que no parecen creíbles, tanto que esto provoca que ciertas historias no sean concluidas correctamente, puesto que se les dio suficiente atención en la película y al final quedan desaprovechadas, gracias a que se enfocan en la historia de amor, que bien pudo ser recortada más.
En general, las Horas Contadas es una película que es predecible, aún así nos mantiene al vilo del asiento y ese es su mayor logro, aunque de forma desafortunada no se convertirá en un filme verdaderamente memorable o algo digno de recordar cuando abandones la sala de cine.
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- Historias que no terminan de concluir