La música siempre ha sido un elemento importante de toda manifestación artística; esto con la finalidad de enriquecer y crear una experiencia que perdure a través de la expresión o manifestación de emociones, sentimientos o ideas. El poder que tiene sobre un individuo va más allá de lo que se pueda describir en palabras, pues más que escuchar música, la experimentamos; independientemente del género o tipo de música que nos agrade. Es por esta misma razón que en los inicios del cine (a pesar de que este era mudo) utilizaba musicalización en vivo para hacer el ambiente mucho más ameno para los asistentes, momento desde el cual se empezaba a notar la importancia del sonido y la utilización de una banda sonora dentro del séptimo arte. Es precisamente John Carney uno de los directores que mejor plasma esto en la pantalla grande hoy en día, pues este cineasta irlandés se está convirtiendo en un referente para su nación gracias al tratamiento que le da al elemento más importante en sus películas: la música.
Sing Street es un relato un tanto conocido, a un chico común y corriente le gusta una chica aparentemente inalcanzable, por lo que decide tratar de impresionarla para poder lograr ganarse su cariño; pero lo que hace diferente a este filme es la frescura con la que se nos presenta su trama, en una Irlanda de 1985, un país que siempre se ha caracterizado por ser predominantemente católico y conservador —especialmente en esa época— además del análisis a la cultura social y familiar en la que los protagonistas se desenvuelven. Afortunadamente este enfoque se hace de forma sutil y en funcionamiento de su historia, haciendo uso de forma inteligente de una sátira —pero jamás una caricatura— sobre lo que significaba ser un irlandés o irlandesa en la década de los 80.
A través de la banda y la música que inicialmente se forma y compone para sorprender a una chica, se nos presentan los elementos que poco a poco van completando un rompecabezas musical, transportándonos de situación en situación a través de la letra de cada canción, abordando un amplio espectro de emociones que el filme logra transmitir al espectador gracias a la gran dirección de John Carney, pero especialmente debido a la excelente química que existe entre cada uno de sus protagonistas, desde los dos personajes principales, Conor y Raphina; hasta el conservador católico Baxter. Cada elemento funciona perfectamente y por eso esta película logra atrapar a su audiencia desde el primer minuto, hasta el último.
Pero lo verdaderamente especial sobre Sing Street es que cualquiera se puede sentir identificado con su trama debido a que se atreve a juzgar a su audiencia a través de la persecución de nuestros sueños, de nuestras vocaciones. Haciendo gala de una excelente selección musical que realza las virtudes de su historia, sin caer en la espectacularidad vulgar o visual de mucho cine musical que solo busca impresionar visualmente al espectador. Creando así una experiencia redonda con un buen mensaje que perdurará en nuestra mente una vez que salgamos de la sala de cine.
- La historia
- Los protagonistas
- La forma en que se trata al aspecto musical
- Puede ser tachada de cursi
- El cambio de tono de voz entre canciones de la banda que "rompe" con la autenticidad del filme