Crítica de Los Increíbles 2

Hace 14 años Pixar estrenó The Incredibles, una película que funcionaba como un perfecto homenaje a la naciente cultura de los super héroes, logrando cosechar éxito entre los espectadores y la crítica, además de posicionarla como un clásico del estudio. El tiempo pasó y siguieron más producciones, por lo que una secuela se veía complicado y sobre todo por que en esa época Pixar, no hacía secuelas con excepción de Toy Story 2. Ahora casi tres lustros después, la familia de súper héroes de Disney está de vuelta. Brad Bird regresa para dirigir y escribir, The Incredibles 2, justo como lo hizo con su antecesora, además de que las voces de los personajes tanto en su versión original, como en la latina también.

The Incredibles 2, toma como punto de inicio exactamente el final de la película anterior, en donde la familia Pharr se dirige a su vehículo después de asistir a una competencia de Dash, cuando de repente, de las entrañas de la tierra surge The Underminer. Justo aquí inicia la cinta, cuando la súper familia decide enfrentar al villano, pero sin recordar que aún siguen siendo ilegales las acciones superheroicas por lo que una vez terminadas sus acciones, toda la familia es puesta tras las rejas, por fortuna aparece un misterioso benefactor que junto con su hermana, buscan cambiar la opinión de los dirigentes del mundo con respecto a los superhéroes y para lograrlo tienen un plan integral que requiere de Elastigirl, por lo que Mr. Incredible ahora será el encargado de mantener a la familia unida, mientras su esposa salva al mundo.

Un acierto muy interesante es precisamente el inicio de The incredibles 2, pues uno podría ver las dos películas y las dos encajan perfectamente, a partir de ahí comienza a avanzar una historia con una ligera similitud que su antecesora y este es el mayor pecado de esta secuela, no arriesga, prefiere ir a la segura y mejor ponernos situaciones cómicas con respecto a la nueva dinámica en la que se encuentra Bob Parr, que son precisamente las que se roban la película, junto con Jack Jack. El desarrollo de los personajes lamentablemente no tiene la profundidad que generalmente logra imprimirles Brad Bird. Uno de las mayores incógnitas que se tenían con respecto a esta secuela, eran sobre cómo entran en la dinámica del Superhéroes los más jóvenes de la familia, pero Violeta y Dash son hechos a un lado para meter un tierno y gracioso elemento llamado Jack Jack, cuya escena con un mapache, pareciera un cortometraje dentro de la película. Por otro lado la historia de Elastigirl resulta muy predecible y que desde un principio el villano misterioso no lo es tanto, pues la película nunca deja de darte pistas obvias sobre quién terminará siendo la fuerza antagónica. Un villano que resulta un cliché de villano caricaturesco, muy lejos de lo logrado por Síndrome en la primera parte.

En el aspecto técnico hay muy poco que reprocharle a The incredibles 2, la animación es decente y las secuencias de acción muy bien logradas, un punto a resaltar, es el cambio en la dirección de arte, notándose claramente en el diseño de los personajes secundarios, un poco alejado del estilo establecido, no es algo muy visible y que afecte al desarrollo de la trama, aunque para mi gusto le resta un poco a la bien cuidada estética que por lo general tiene un estándar muy alto en Pixar.

The Incredibles 2 es la película de animación digital más larga de todos los tiempos y se nota, pues me hizo mirar el reloj un par de veces. Pero todo esto debo dejar claro no logra mermar una entretenida experiencia que puede ser disfrutada por toda la familia. Pero de eso a esperar otro clásico instantáneo, la nueva cinta de la familia Parr está muy lejos de serlo.