Crítica de “The Post: Los oscuros secretos del Pentágono”

A lo largo de los años el director norteamericano Steven Spielber se ha caracterizado por ser un excelente narrador en diversos géneros del cine, en donde incluso ha logrado mezclar con éxito varios de éstos en una sola producción obteniendo muy buenos resultados. Su película más reciente es The Post, un drama de corte político que ha tenido una buena recepción tanto en crítica como en taquilla después del tropiezo que tuvo con BFG.

En The Post: Los Oscuros Secretos del Pentágono seremos testigos de una serie de eventos y factores que llevaron a Katharine Graham (Meryl Strepp) — la entonces editora en jefe y única mujer en esa posición de poder dentro de uno de los periódicos más importantes de Estados Unidos, el Washington Post—, a tomar una de las decisiones más difíciles de su carrera. Contando con la asistencia de Ben Bradlee (Tom Hanks) uno de sus editores, además de un equipo de reporteros, obtendrán un manojo de información clasificada sobre la guerra de Vietnam de suma importancia, la cual abarca un periódo de más de tres décadas y cuatro presidentes, quienes hasta entonces habían logrado ocultar esa información con gran éxito. Juntos deberán evaluar la información y decidir si podrán destapar la verdad y ejercer los valores de libertad de prensa, aún cuando esto significaría poner sus propias carreras, periódico y vidas en peligro.

Esta película basada en hechos reales no resulta ser una adaptación de algún otro material pre-existente como suele ser el caso con este tipo de proyectos. En cambio, el guión fue creado desde cero por Josh Singer, el mismo escritor de filmes como Spotlight y Liz Hannah, donde a pesar de sus carencias o frases poco desarrolladas, se ven apoyadas en una gran dirección e impulso que le da Spielberg, con lo cual logra elevar la calidad del filme, además de contar con grandes interpretaciones por parte de sus protagonistas.

Esta película cuenta con algunos elementos que juegan a su favor y aunque es una de las mejores cintas de este director, tal vez no habría recibido tanta atención de haberse estrenado en años anteriores. Uno de estos elementos es el tiempo en el que se ha estrenado, donde se promueve la búsqueda de la verdad, la justicia y la libertad de expresión por sobre todas las cosas, justo en un clima político tan irreal como en el que vivimos actualmente. El segundo factor que resalta es el elenco tan impresionante que tiene, donde sus dos actores principales entregan uno de sus mejores trabajos en años, estos son Tom Hanks y Meryl Streep respectivamente. Esta última en especial, logra robar cámara cada vez que aparece en pantalla pues cada mirada, cada gesto que hace, da vida y refuerza a un personaje femenino tan importante históricamente hablando.

Otro elemento que funciona muy bien es el montaje en donde gracias a la dirección de Spielberg, obtenemos dinamismo en una historia que en manos menos capaces pudo ser una historia muy tediosa y pesada de ver. En esta ocasión tal vez muchos ya sepan cuál fue el desenlace de esta historia antes de ver la película, pero es algo que no deteriora su calidad como tal, pues resulta ser muy entretenida y es algo que debe agradecerse. Además, la historia es muy fiel a los eventos en los que está inspirada, ya que aunque habla de decisiones muy difíciles, tiene coherencia con lo que nos muestra y estos actos tienen consecuencias a favor y en contra que se ven reflejadas en la historia. Tal vez no sea la mejor película de este director, pero se agradece que haya regresado en una de sus mejores formas.