¿Heterosexualidad y homosexualidad? Dentro del espectro de la diversidad sexual creada por la cultura y sociedades occidentales con el fin de dividir a los humanos en dualidades. Hombre y mujer no son contrarios, nada es contrario de lo otro, es uno y se complementan, son polarizaciones. No están separados, son similares e iguales.
Importante en este sentido es la más reciente obra de Rigoberto Perezcano, si bien hay documentales acerca de esta ideología polarizada sobre los muxes, ficción no se había visto. El largometraje comienza como si estuvieramos viendo un thriller policiaco en donde Mabel, una muxe, regresa a Juchitán en busca de justicia por el asesinato de una amiga. En su búsqueda contrata a un taxista que entre preguntas y “coqueteos” terminan desarrollando una relación sentimental.
Una película en donde los personajes no se ven apartados de la realidad, son vistos como seres sexuados, con tintes dramáticos y un desenlace, que si bien se siente un tanto predecible cerca del final del filme, hay una sorpresa en la actuación y comportamiento del antagonista, dejandole a los espectadores la última palabra. Existe una fidelidad enorme sobre el tema, los lugares y la historia en la que se desarrolla la película. Probablemente por eso es la ganadora a mejor largometraje mexicano en el FICM 2014.
Fotografía: Iván Belmont