FICM 2016: Review de “Tiempo sin Pulso”

Tiempo sin pulso se presentó en la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, como un largometraje en competencia, esta película dirigida por la joven cineasta Bárbara Ochoa, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica, una chica que por segunda vez presenta en el Festival su trabajo, el primero fue en el 201o con su cortometraje Marea Alta y que ahora nos trae un drama profundo y melancólico.

Tiempo sin pulso nos adentra a la familia de Bruno, un chico universitario, que tiene que lidiar con ese momento de dejar de ser un niño y comenzar a formar carácter, con una madre que sufre de arranques neúroticos provocados por la reciente muerte de su hijo Esteban, hermano mayor de Bruno, además de sobre llevar una dolorosa ruptura amorosa. Este tipo de elementos irán aderezando una película con un ritmo bastante deprimente.

Sin duda Bárbara maneja el ritmo de la cinta de una manera muy interesante, por que literal pareciera que el tiempo no tiene pulso, vemos a un personaje como el de Bruno, interpretado por Andrés Lupone, como un muerto en vida, algo que no necesariamente sea bueno, la actuación o el desenvolvimiento del personaje en todas las situaciones que plantea el guión son casi las de un muerto en vida, me queda claro que tal vez esa era la intención pero no termina de funcionar, algunas escenas no lucen debido a la actuación de Andrés quien no refleja emoción alguna ante nada, eso haciéndolo parecer plano.

Lamentablemente en Tiempo sin pulso, el guión parece avanzar a buen ritmo pero peca fuertemente con el final el cual llega de manera prematura y a pesar de mostrarnos un crecimiento en el personaje este no es del todo convincente. A pesar de estos pecados, la película se arriesga con un tema fuerte y con una excelente actuación por parte de la Actriz que interpreta a la madre, un punto a favor de la dirección que se ve puso especial énfasis en el desarrollo y desenvolvimiento de los personajes a través de los actores, algo que solamente no sucedió en el protagonista, lamentablemente.