Uno de los eventos más anticipados del año en Netflix, sin duda ha sido el estreno de The Defenders, la serie que reúne a Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist para enfrentarse a un mal mayor. La colaboración entre el servicio de Streaming de películas (que fungió como co-productora) con Marvel Studios dio grandes frutos en sus primeros dos productos, convirtiendo a Daredevil y Jessica Jones en series exitosas. Con Luke Cage la fórmula apenas alcanzó, pero con Iron Fist las cosas se fueron por la borda y eso hizo que nos preocupáramos por lo que veríamos más adelante.
The Defenders inicia justo después del final de Iron Fist, donde vemos a Danny Rand buscando respuestas sobre la destrucción de su amado Kun Lun y esta búsqueda lo llevará de vuelta a New York, donde la agrupación criminal llamada The Hand, por fin revela a su verdadero líder, Alexandra Reid, una misteriosa mujer que al parecer a movido todos los hilos desde el principio y que acaba de encontrar el arma que tanto había estado esperando para poder acabar con la ciudad, The Black Sky.
The Defenders tiene un inicio lento, los primeros dos capítulos pueden ser pesados para los que no sean tan fanáticos, aunque es importante que den un poco de contexto sobre como han avanzado las vidas de cada uno de los personajes. El inconveniente es que lo realizan muy pasivamente, donde al único personaje que vemos en acción es al insípido Danny Rand, y es hasta el tercer, cuarto y quinto capítulo cuando vemos lo que realmente nos interesa, la unión de éstos héroes y su posterior lucha contra esta organización criminal. Lamentablemente al decir que son de lo mejor de la temporada debo decir que eso no significa que sean superlativos, la verdad es que la razón por la que terminan reunidos los héroes es muy inverosímil, las secuencias de acción están lejos de ser aquellas coreografías bien elaboradas para Daredevil, aunque tampoco es que sean tan malas como las de Iron Fist o Luke Cage.
La serie tiene demasiados huecos en su trama que son tan evidentes que dañan la experiencia, desde el regreso de un viejo villano que en Iron Fist ya había quedado despachado y nunca se nos explica como es que pudo haber sobrevivido, hasta la espantosa personalidad infantil de la que dotaron a Danny Rand —quien toda la trama parece más un chico encaprichado y no un diestro monje—. Otro problema es que con el paso del tiempo y la revelación del misterioso personaje conocido como The Black Sky, La Mano queda muy mal parada, esa organización que parecía invencible y que ponía a temblar al mismísimo Kingpin ahora se ve desorganizada y con un líder que cada segundo que pasa se nota mal diseñado, además de forzado. Que sufre de la temible fórmula que vimos en Luke Cage con Cottonmouth, cuando el villano ya estaba por fin tomando forma y vuelo, lo sacan de la trama dejando un hueco que lamentablemente no pudieron llenar.
Los últimos tres capítulos vuelven a bajar el ritmo intenso de los eventos medulares y estos no vuelven a levantar lamentablemente. A su vez, lo que pudo ser un gran enfrentamiento final entre los dos bandos se convirtió en una desangelada pelea que vuelve a mostrar las carencias de la producción en sentido narrativo ya que toman el camino fácil para acabar con algo que pudo ser un evento verdaderamente memorable.
Lamentablemente The Defenders queda muy por debajo de las expectativas generadas desde su anuncio, posiblemente las fechas terminaron por comerse a la producción. Ahora solo nos resta esperar que con el anuncio de The Punisher, el inicio de rodaje de la tercera temporada de Daredevil y la segunda de Jessica Jones, no entren en este nuevo círculo de mediocridad y logren brillar por sí solas como en un inicio.
- Capitulos 3,4 y 5
- El Mash up
- Trama sin sentido
- Desperdicio de los Villanos