Review de “Cuando las luces se apagan”

Lights Out es el nombre original de esta cinta que está basada en un cortometraje que se estrenó en el año 2013, y que cuenta con el mismo director. El cortometraje es eficaz en su narración, porque muestra un fantasma que sólo se puede ver cuando las luces se apagan o cuando no hay luz y funciona brillantemente para ser tan corto y generar un impacto tan rápido. La película en cambio solo toma la idea del fantasma y agrega más elementos con la finalidad de crear toda una historia detrás de este misterioso ser, además de explicar sus motivaciones. Ha sido han surgido muchas películas —que no sólo en Hollywood existen— para dar pie que de una idea pequeña puede ser una gran película, donde uno de los casos más exitosos es Whiplash. En esta ocasión, desafortunadamente no se puede decir lo mismo.

Cuando las luces se apagan nos cuenta la historia de Rebecca (Teresa Palmer), que después de crecer y abandonar su casa cree que dejará todos los temores y miedos inexplicables que experimentaba cada vez que las luces se apagaban. Ahora, a su hermano menor Martin (Gabriel Bateman) le está ocurriendo lo mismo, lo que provoca que no logre dormir por las noches por lo que Rebecca se dará cuenta de la situación y comenzará a indagar más sobre el problema que no sólo aqueja a su hermano, sino también a su madre. En la búsqueda de la verdad, deberá tener cuidado que esos miedos sigan estando ahí en forma de un ser desconocido cada vez que las luces se apaguen.

A pesar de que la película cuenta con una premisa estupenda gracias al cortometraje original, al desarrollarse y observar los eventos que acontecen en el filme, poco a poco se pierde la magia y encanto de una historia que claramente se vio alargada de más, ocasionando que termine de forma abrupta y predecible. El espectáculo visual es muy bajo para una cinta del género, y aunque se cuenta con un par de momentos bien logrados, no son suficientes para causar un verdadero temor en el espectador. Lamentablemente esta cinta no aporta nada nuevo al género ya que se emplean los mismos trucos de siempre y se abusa del susto barato.

Otro punto en el cual flaquea es en la inverosimilitud de resolución sobre algunas situaciones, que rozarían en lo ridículo si no fuera por el evidente esfuerzo por parte de su elenco, el cual es lo suficientemente bueno para creer en sus interpretaciones, en especial la de Maria Bello, quien otorga matices muy interesantes como la madre atormentada. Pero a pesar de lo poco rescatable del filme, lo mejor es que se vaya a ver esta cinta con bajas expectativas ya que en ningún momento logra igualar el nivel de tensión y horror que provoca el cortometraje original.