Todos hemos escuchado alguna vez que no importa que tan alta sea la meta, uno siempre debe apuntar algo e intentarlo con todas sus fuerzas y es esta frase la que podría describir por completo, Volando Alto, una de las historias más emotivas y motivadoras que he visto este año.
Volando Alto o Eddie The Eagle, titulo de la cinta en su lenguaje original, es una película dirigida por Dexter Fletcher, quien llega a esta película con solo dos películas en su filmografía como director, pero eso no le impidió realizar una cinta muy agrabable y que será del gusto de toda la familia. El elenco es conformado por Taron Egerton, Hugh Jackman, Tom Costello, entre otros y que nos narra la historia conocida por algunos que vivieron de cerca las Olimpiadas invernales del año 1988, sobre Michael “Eddie” Edwards, un chico que desde muy temprana edad se puso como meta el competir en unos Juegos Olímpicos y tras tratar con mucho deportes descubre que el suyo podría ser el salto con eski. Para lograrlo aparte de entrenar muy duro, buscara ayuda en un ex competidor olímpico venido a menos y que juntos trataran no solo de alcanzar sus metas, sino darle el sentido que requieren sus vidas.
Una historia increíblemente emotiva y con un guión, que si bien se encuentra plagado de clichés, funciona perfectamente, siguiendo una formula ya probada. En cuanto a los aspectos técnicos, Volando Alto funciona muy bien, pero donde realmente se encuentra la magia de esta historia es en las actuaciones de Egerton y Jackman, quienes crean una excelente mancuerna con la dinámica de Entrenador – Alumno.
Definitivamente la película es consistente en muchos campos y es su alto nivel de entretenimiento lo que la hace una cinta imperdible, las historias de proezas deportivas siempre tienden a ser emotivas y llenas de momentos que harían que se cristalizaran los ojos hasta al más duro de corazón y eso es justo lo que logra Volando Alto.
- Actuaciones
- Guión
- Humor
- Predecible