Por Dulce María Solís Téllez
Tercer día del Riviera Maya Film Festival y hay más de 70 títulos de películas a escoger, por lo que es una disciplinada tarea hacer una estricta agenda y seguirla al pie de la letra si lo que se pretende es ver una parte decente de lo que ofrece este importante evento cultural y artístico. En esta ocasión cuento con el apoyo físico y moral de dos amigas, porque estar sentada todo el día pasando de una sala a otra apenas con tiempo para comer e ir al baño tal vez se escuche fácil pero requiere de un gran esfuerzo. El cuerpo y las ganas de las 3 dieron para que viéramos igual número de filmes de los cuales hago a continuación una reseña.
Caprice
Un filme francés en toda la extensión de la palabra, la clásica iluminación, los clichés de la toma con la Torre Eiffel, las muestras culturales con queso y vino, así como la historia de una chica con clase que de alguna forma tiene contacto con la cultura. Es por decirlo de alguna manera una comedia romántica al estilo afrancesado. Y como tal el final es lo que más se disfruta pues como en casi todas las películas francesas, es el que menos te esperas.
Es una cosa exquisita en cuanto a guión, tiene muchas referencias de libros y piezas de teatro. Pero toca un tema incómodo para la mayoría: La infidelidad. Por lo que al principio no sabes de qué lado ponerte. Los protagonistas tienen tantos matíces en su carácter que casi justificas a todos y de alguna manera te hace pelear con tus demonios internos. Tanto si has estado de un lado como del otro.
Los diálogos de los personajes te llevan en un viaje de reflexión con líneas como: “Existe la causa –efecto ”o “Tu sabes es la ley de la compensación, cuando tienes algo maravilloso te pasa otra cosa para compensarlo”. Pero al mismo tiempo te hacen reír al mero estilo francés y con algunos destellos de clown.
Al final como dice mi amiga que me acompañó en mis horas butaca, Sofía Anahuaca y quien trabaja como animadora en un hotel nudista Swinger la fidelidad es sólo un concepto. Aunque para mí quizá con una atadura a mi educación “mocha” exista aún la lealtad, por lo que me quedaría con la reflexión de uno de sus personajes : posibilidades hay siempre, pero tenemos la capacidad de decidir.
Las noches blancas del cartero
Película de Andréi Konchalovski, quién gracias a ella recibió el León de Plata al Mejor Director. Continúa en este filme con su sello como creativo, es decir sus personajes tienen siempre las contradicciones internas. Y además esa específica sensibilidad característica del cine ruso.
Tiene un close up a una mosca tratando de salir por la ventana, un mosco nadando en un lago o un mantel de plástico con estampados de conejitos, es decir las cavilaciones que tiene los personajes se vuelven más reflexivas con estas tomas. Es un filme contemplativo que retrata la vida en un pequeño poblado ruso donde parece que el tiempo se ha detenido.
Los habitantes del lago Kenozero, al norte de Rusia, viven bajo las mismas costumbres de sus antepasados. Todos se conocen y sólo producen lo necesario para su supervivencia. Su única comunicación con el mundo exterior es a través de un cartero, quien con su lancha atraviesa constantemente el tranquilo lago para entregar la correspondencia. Un día, alguien roba el motor de la lancha del cartero y todo comienza a complicarse.
Mucha de su fotografía me rememora el rancho de mis tíos abuelos cerca de Uruapan Michoacán, con la madera apilada, las mesas cubiertas con manteles de plástico, el pan hecho en casa y lo difícil que era entrar o salir del poblado. Así como las dificultades para llevar o traer cosas. Y esa sensación de ir al “mundo exterior” y luego regresar ahí donde no hay tumultos y la tecnología aún está retrasada. Ahí donde todos ven el mismo programa de tv a la misma hora. Es un largometraje de tierras lejanas que a la vez resulta muy familiar.
Plan Sexenal
Un triller mexicano del director Santiago Cendejas quien se involucró también en el guión, la producción, la edición, el sonido y la música. Es una película muy bien lograda, sobretodo tomando en cuenta que no es un género fácil.
En esta ópera prima se puede observar retratada la idiosincrasia mexicana. El guión es un natural, ya que fue pensado para esos actores, por lo que encarnan personajes entrañables y con los que te identificas rápidamente.
La mayor parte de la historia es en la misma locación: una casa sin luz, sin embargo el contexto exterior es de tumultos, problemas en el Congreso y Palacio Nacional, hay disparos y bombas molotov. Me hizo rememorar varias películas mexicanas y a mis amigas varias extranjeras, lo que me lleva a la conclusión que mucho de lo que hizo el director realmente lo pensó.
Temas como sexo, locura, violencia y el poder en las relaciones son los que se tratan ahí. También ciclos o círculos viciosos como dice el director cuando explica el porqué del título: Plan Sexenal. Es una película que te mantiene en vilo, sí lo logra. Y las actuaciones -coincidimos mi amiga Yuno y yo- son fluidas y naturales. Un excelente trabajo histriónico de Harold Torres y Edwarda Gurrola.
Al final el público estaba dividido, hubo quienes dijeron que no les gustó, que era “chafa” y que hasta los había hecho reír. A lo que Santiago “aguanto vara” de manera muy serena. En mi opinión esos están muy “traumados” con el cine de terror norteamericano y esperaban eso. Pero que Cendejas nos haya regalado la sensibilidad mexicana para un género así se me hace muy valioso.
Es una película que debe verse desde los ojos mexicanos. Su director afirma aquí retrato lo que pienso y “cuando eres honesto contigo mismo, eres honesto con los demás. Porque chingarse al otro es chingarse a sí mismo”.
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