Este es un repost de nuestra nota original publicada durante la decimotercera edición del FICM

Uno de los mejores estrenos internacionales que se proyectaron en la decimotercera edición del Festival Internacional de Cine de Morelia fue High Rise, adaptación fílmica de la novela homónima escrita por J. G. Ballard, quien también es autor de la fenomenal Crash (y que fue adaptada al cine por David Cronenberg). En High Rise el director Ben Wheatley nos presenta a una caótica comunidad que vive en una torre de departamentos (high rise es como se le llama), en donde sus habitantes han sido ubicados conforme a su posición económica y social. Los de más bajos recursos en los pisos inferiores y los de mayor riqueza en los superiores, de forma muy similar a lo que vimos en la magnífica Snowpiercer.

Esta distopía atemporal que fue concebida originalmente por J. G. Ballard, ahonda en temas como el caos, la inequidad social, o incluso la revolución per se como un medio para alcanzar un fin. De nueva cuenta el factor común de las películas que han sido presentadas en esta edición del FICM han sido aquellos que abordan de una u otra forma las sociedades corruptas, llenas de fracturas en sus esquemas en donde los seres humanos vamos perdiendo nuestra humanidad poco a poco; donde todos somos esclavos de nuestro pasado sin importar nuestro futuro.

En High Rise, el Doctor Robert Laing (Tom Hiddleston) se adentra poco a poco en esta especie de monstruo social que habita en cada piso del edificio; que vive, come, coge y respira a través de cada muro, de cada habitante del inmueble. Mujeres hermosas intentarán hacerlo sucumbir ante los deseos carnales, hombres con complejo de dios intentarán rebajarlo solamente para sentirse superiores a él, cuando pudiera ser el personaje más cuerdo y racional (o no) dentro de esta bizarra historia.

La gran labor que lleva a cabo el director Ben Wheatley al adaptar esta novela con ayuda de la guionista (y su esposa) Amy Jump es sobresaliente. El montaje visual y sonoro —con un brillante score de Clint Mansell— que se nos pone enfrente nos seduce desde los primeros minutos del largometraje y poco a poco se nos va guiando a través de este laberinto narrativo en donde nos sentiremos maravillados, así como aterrados, de pensar que el libro fue escrito en 1975 y estamos más cerca que nunca de esta versión caótica del futuro (o presente).

Con gran verosimilitud dentro del argumento que se presenta en esta película, esta desigualdad social va evolucionando a su paso conforme el caos la posee, convirtiéndola en una completa locura donde de forma irónica, los protagonistas se convierten en seres mucho más cuerdos y conscientes de sí mismos; de las cadenas sociales que como raza nos hemos auto-impuesto a lo largo de nuestra existencia.

High Rise podrá ser considerado un filme incómodo por algunos puristas, pero la sinceridad de su argumento y personajes logran crear verosimilitud dentro de su inverosimilitud. Sin duda alguna estamos ante una de esas historias que conforme pasen los años se ganará un estatus de culto y bien merecido lo tendrá.

Review de "High Rise"
Lo Positivo
  • La historia
  • La música
  • Las actuaciones
Lo Negativo
  • Lo deprimente que puede ser
  • No apta para todo el público
8.5Nota Final
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Ben WheatleyClint MansellHigh RiseTom Hiddleston

Sobre El Autor

Iván Belmont
Editor en Jefe

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