Review de “Julieta”

Los primeros planos de Julieta dejan en claro que se trata de una película de Pedro Almodóvar. La imagen colorista y bellamente cuidada que caracteriza muy bien el estilo del cineasta español es quizá el rasgo más notable de toda la película. Almodóvar vuelve a retomar a la madre como figura central y la instala en una relación conflictiva, en donde su principal síntoma es la culpa. Todo comienza con Julieta, la madre, que a modo de confesión, le escribe una carta a su hija Antía de quien no sabe nada desde hace muchos años, en donde le cuenta toda la verdad acerca de su vida pasada y las causas que originaron el distanciamiento entre ambas. Las elipsis temporales se vuelven entonces el principal recurso cinematográfico para abordar la trama, una Julieta antes y una Julieta después son el movimiento de ida y vuelta que abarca todo el film, de modo que progresivamente se ponen al descubierto los acontecimientos que marcaron su vida.

El momento más inteligente de la película está en sus primeros minutos, en la secuencia del tren, lugar donde Julieta ve por primera vez a Xoan: Julieta mira por la ventana y ve como un venado corre en dirección al tren, momentos después el tren hace una parada de descanso; a continuación el tren retoma la marcha, pero súbitamente se detiene pues ha habido un accidente, uno de los pasajeros se ha suicidado arrojándose a las vías. Julieta se da cuenta de que conoce al pasajero, ya que momentos antes de que el tren se detuviera, éste había intentado hablar con ella, pero al sentirse incómoda, decidió apartarse. En ese momento ella se siente culpable por la muerte del hombre, pues tal vez si hubiese hablado con él, podría haberlo ayudado y el desenlace sería otro. Esta serie de imágenes guardan perfectamente un sentido interior, el venado no es más que la imagen de un recuerdo que sintetiza la culpa en la vida de Julieta: la muerte del pasajero desconocido, de otro ser querido y el resentimiento de su hija.

El problema con Julieta es que poco a poco deja de lado lo que se había propuesto en un inicio, se torna confusa y se vuelve excesivamente melodramática. Existen momentos que rompen el ritmo narrativo porque de pronto parece que se está frente a un suspense hitchcockiano, y hay otros momentos que exageran tanto las emociones que se vuelven inverosímiles. Lo anterior se evidencia porque conforme avanza el film la situación que estaba de fondo, que era la culpa, se va resolviendo de una manera muy amable. Julieta es una película muy convencional, que indiscutiblemente tiene la marca de Almodóvar, pero que está lejos de ser una obra destacable dentro de su filmografía.